Era un día de mierda,
(que es lo que son la mayoría de los días en los que uno debe hacer algo que no quiere hacer pero tiene que hacer aunque no quiera hacer)
Mierda de día,
incongruente,
zapato,
zanahoria,
zarzamora.
Era un día de mierda.
Hacia calor.
Dije que:
“Hacia calor”
Tenia que trabajar, no importa en que,
tenia que trabajar y hacia calor.
Estaba lleno de odio e inconformismo.
Estaba siendo sociable.
Engañando al ojo del mundo.
Del lado equivocado en la barra de contención.
Estaba agotado antes de empezar.
Dije:
“Agotado antes de empezar”
Y tenia que trabajar.
Hacia calor,
y estaba agotado.
Afuera el mundo seguía con nosotros encima,
y hace miles de años un vikingo llamado Ottar se hacia a la mar solo por curiosidad.
Pero acá nadie sabe nadar.
Ni tiene curiosidad.
Ni son vikingos.
Y es lo mismo de todos los días...
con o sin jefe siempre alguien jode.
Dije:
“SIEMPRE alguien jode”
La gente habla aunque no la escuchen.
Y yo digo:
“Si”
Pero no se que están diciendo.
Se quedan a mi lado,
no me dejan escribir,
ni aislarme,
hablan,
bostezan,
me destrozan la cabeza,
me vomitan su vida,
me contagian su estupidez,
me comen el almuerzo.
Dije:
“Me comen el almuerzo”
Y continué trabajando.
Y era un día de mierda.
Hacia calor.
Estaba agotado.
Y ellos me habían arruinado,
el día,
las ganas,
la vida,
el almuerzo,
y supongo...
a Ottar,
el vikingo curioso.
Dije:
“Es un día de mierda”
Y
no
dije
más.
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