Siempre creí que no existen segundas oportunidades, que hay trenes que pasan sólo una vez... sin embargo, hoy la vida me dio un jaque mate, una vez más me enseño que no existen verdades absolutas y que hasta lo imposible puede tener matices realizables.
Algo que daba por perdido hace mucho tiempo volvió a mí. Bueno, en realidad me dijeron que siempre estuvo ahí lo que pasa es que yo y todo el mundo pensaba que no. Os sonará un poco raro pero es que yo estaba muerta, o eso creía al menos. Empecé a tener conciencia de mi muerte con 14 años. Tuve un infarto en circunstacias algo escabrosas. Durante un tiempo anduve en coma, en un mundo entre aquí y allá donde todos andan un poco perdidos. Ahí no era yo ningún caso especial, unos habían muerto de una cosa, otros de otra, algunos apenas se daban cuenta de que estaban muertos y otros se negaban a aceptar lo evidente. Muchos otros, como yo, deambulaban errantes sin saber si estarían por esas tierras una temporada o permanecerían allí para siempre. A mí cuando me preguntaban les decía que no sabía, que sí que había muerto una vez pero sólo un poquito y así me llevé un buen tiempo. Yo tomándomelo a broma, que es la mejor manera de tomarse las cosas en caso de duda, decía que estaba semimuerta y asunto zanjado.
Morirme del todo, vamos completamente y hasta el fondo, no lo hice hasta 5 años más tarde. Morí de amor o algo parecido, aún era joven e inexperta. Tras morir muchas otras veces, yo suponía que las posibles migajas de vida en mi ser estarían agotadas. Sin embargo, descubrí hoy mismo, que estrictamente nunca he muerto. Así entre nosotros, te confieso que me da un poco de pereza vivir otra vez. ¡Ahora que me había acostumbrado a estar muerta! Supongo que una tiene que aprovechar este tipo de oportunidades. ¡¡¡¡A VIVIR!!!!
P.D: Por cierto, ya estoy deseando morirme de nuevo. |