Hola Anne, que bueno fue encontrar...
Hola Anne, que bueno ha sido saber de ti, que pese
a que te encuentras lejos, continúas
en nuestros corazones…
Qué corazones ni que nada. cómo estai por allá
en esos parajes invernales de estío. el frío
es capaz de calarme los huesos acá en
Santiago de Chile y mi humor sigue igual
que siempre, algo tibio y repetidamente
irreverente, asomando su sarcástica e hiriente
cara. well, las cosas no cambian, nos
empobrecemos cada día más, nuestra vejez se
hace evidente como el arado que surca nuestro frontis.
pero la magia lo arregla todo, podemos seguir
contentándonos con comer arroz every day,
pedirle al micrero que nos lleve por 200,
“me tira x 200?”, suelto mi lengua quejumbrosa. también
le encontramos algo de ensueño al Mapocho y a
caminar 77 cuadras sólo para gastar la suela de
nuestros zapatos. pero la hipnosis no tarda en
desaparecer, y ahí quedamos tirados, recordando
aquellos güenos momentos del ayer, bebiendo
un buen vino chilensis, picando alguna golosina
láctea, haciendo camas creyéndose el cuento
del artesano, durmiendo prácticamente en el piso
junto a las arañas del rincón (ahora mis aliadas),
o riendo desalmadamente. y ahí apareces tú,
mujer escandinava en el país más sureño del mundo,
soportando nuestro carácter mapuchoide, en parte
buenas personas, en parte guerreros…
SOY UN HÍBRIDO MUTANTE QUE CADA SEGUNDO SE SIENTE MENOS ESCANDINAVO…
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