En un lugar cercano a la tierra donde nací hay una taberna, hecha de adobes, pequeña y un poco sucia, llena del humo que dejan los aldeanos, con aroma de pan y vino en el aire. Ahí estaba un ser pequeño y delgado, bebiendo de tanto en tanto de una copa de madera.
Entre sorbo y sorbo contaba:
-El cielo no se ve, solo hay una ligera bruma y pequeñas esferas de un material líquido caen imperceptible y lentamente, ¿que hay mas allá?, nadie de ustedes lo sabe ciertamente, solo hay conjeturas e historias de viajeros que han regresado con experiencias extrañas y terribles, con historias de una tierra mejor a la cual nunca llegaron-.
-Pero yo si se que es lo que hay, yo he regresado de allí, y he vuelto solo por la nostalgia de esta tierra y esta gente, y un poco también por cobardía-.
Entonces una lagrima rodó por su mejilla y se confundió con el vino que en ese momento ingeria.
-No, no es cierto. ¡Fue solo por cobardia! –grito- lo que hay es de verdad maravilloso y por lo mismo aterrorizante. Mas alla de la bruma existe un cielo azul y la felicidad te embiste como un toro amenazante, te sientes pleno, radiante, sientes que el cielo esta ahí contigo y que has dejado de ser el pequeño animal que eres aquí-.
Alguien dijo de pronto:
-No es cierto, no te creemos, calla, cierra esa boca que envenena y envuelve, que nos lleva a la perdición, contándonos de un mundo que solo es cierto en tus sueños y que nosotros no encontraremos-.
-¿Has estado ahí?- dijo el ser; mientras el otro palidecía- verdad. ¿Por que temes decirlo?, ¿por que temes contar tu propia historia?, es verdad que existe y tu lo sabes.
El segundo se sintió tocado y grito -es que tengo hijos- mientras salía corriendo y se perdía en la oscuridad.
-nadie quiere para los suyos lo que ha sufrido el mismo –hablo el pequeño-. No lo culpo-.
Y bebió un sorbo mas grande.
Entonces yo me acerque y le pregunte que era en verdad esa tierra.
-No quieres saberlo, nadie en verdad quiere. Todos se engañan diciendo que son felices y que viven bien, pero todos anhelan algo mas, todos extrañan algo que nunca han conocido y sienten que adolecen de algo pero no saben que es-.
-Pide un vaso mas para mí por favor-.
Lo hice sin decir nada. Sentía yo que le hacia falta a el y un poco a mi tambien.
Entonces continúo:
-El camino es difícil, tienes que cruzar una vereda que mas que larga es estrecha y por momentos te golpea con frió y con tu propio esfuerzo-.
-Hay una parte de la que hable antes, que llena de niebla tus ojos y en la que no sabes donde estas, esa es la mas difícil, estas a punto de llegar pero no sabes hacia donde esta el fin. Muchos se arrepienten ahí, se cansan del esfuerzo y deciden regresar, es entonces el camino de regreso mas difícil pues se junta a su cansancio la frustración, y el enojo consigo mismos-.
Un trago mas que damos los dos y una pregunta mia.
-¿pero has dicho que has estado ahí?-.
Silencio por respuesta en ese instante. El ser en ese momento se levanto se dirigio a la puerta rápidamente y salio. Yo fui tras de el… y al dar vuelta en la calle lo perdi.
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