Tejedora de ilusiones
cocinera de misterios.
Irreverente,
clandestina
y libertaria eres,
también soy tu apetito.
Con la boca cerrada morderé el filoso cuchillo
Me comeré la luna a cucharadas,
con el racimo de uvas haré un eclipse de sol,
con el vino sanaré las llagas heredadas
y con los dientes saciaré el silencio.
No hay mordaza que calle la palabra.
Texto agregado el 08-03-2005, y leído por 209
visitantes. (1 voto)