Conversación de dos señoras, que se encuentran en la parada del autobús.

Las dos de unos 60 años, vestidas con un gusto discutible, y grandes conversadoras.

Las llamaré Pepita y Lolita (suelen llamarse con diminutivos).

Se sientan juntas.

-Hace un sol imprescindible (dice Pepita admirando el sol radiante que entra por la ventanilla)

Su compañera asiente.

-Por cierto, estoy bastante disgustada (dice Lolita).

La otra abre los ojos como platos y pone cara de preocupación.

-que te pasa? Pregunta

Y comienza su relato bajo la atenta y preocupada mirada de su amiga.

-nada, que el marido de mi hija tubo un accidente de coche (su interlocutora ahora pone cara de terror llevándose las manos al pecho sobrecogida).

-muy grave?

-bueno ya está fuera de peligro, lo peor fue el golpe en la cabeza, fue tan fuerte que quedó emocionado.

-y que dicen los médicos?

-le dieron anti-inflamatorios para el celebro.

- la otra pone cara interesante y apostilla reflexivamente anti-inflamatorios…, como los trajes de los bomberos.

Su amiga prosigue

-pero, tiene los huesos descalificados, y a consecuencia del golpe es posible que quede imponente, suspiro…!pobre hija mía! No podrá hacer vida marítima durante un tiempo.

Después de oír todo esto, la amiga intenta consolarla, bueno mujer pero si está fuera de peligro lo peor ya ha pasado.

-si, si pero mi hija con el disgusto esta muy reprimida.