Hundidos en los colores.

Aquí donde me encuentro, nada (o al menos eso pienso yo) puede estar peor. En el lugar en el que estoy sumergido solo, se alcanza a ver el infinito creado por mi. Siempre nos dicen como es que puedes llegar a caer en esta espiral, pero nadie nunca nos dice como es que estando adentro puedes salir. Todo lo que he hecho por alcanzar mi objetivo desde que estoy aquí dentro (salir), solo me ha llevado a recorrer los túneles que poco a poco y casi sin darme cuenta voy creando a mi paso. Hubo un día, incluso en donde utilizando el pensamiento ilógico que domina el lugar y hoy mis pensamientos, trate de salir cavando, tenía la esperanza de que la solución o fuera tratar de volar a lo único que queda de mi esperanza sino tal vez sería tratar de entrar mas para que al fin pudiera ver, lo finito que tal vez sería este lugar. No se por que pero presiento que ya he estado aquí, y no una sino varias veces; como si cada vez que intento escalar los muros que parecen estar construidos de arena, pues si los tocas se desbaratan, pero si tratas de penetrarlos te lleva a un lugar que parece conocido, lo curioso es que siento que ya salí, pero que ,sin quererlo yo, he vuelto a entrar o a caer, en realidad no se cual sea la verdad.
La desesperación se siente en el aire, y no solo eso, sino que va corriendo en ese claro que toca mis pies.
Una vez mas intento idear algo para poder escapar de la prisión mas temible, pero no me logro concentrar, tal vez sea por que la niebla incluso ha alcanzado hasta mis ideas.
Cada hora meto la mano a mi bolsillo y saco algunas migas de una pan que logre meter, incluso dudo hasta de eso, pero lo que es seguro es que nada tiene sabor, y peor aun, nada significa placer. No hay noche, ni día, pero algunas veces se sabe que es la hora de dormir, pero no tiene caso ni intentarlo, nada ha servido.
El único lugar donde se puede ser libre ha sido penetrado, mis pensamientos ahora han cambiado, nada me puede producir alegría, pero sin saber que es eso, cualquier cosa produce una infinita tristeza, que solo puede ser abolida por el dolo que me puedo causar en esos momentos.
¿y si cierro mis ojos?, no funcionó, seguía ahí, pero esta vez las paredes se estrechaban, por lo que mejor será abrirlos de nuevo, si es que alguna vez los utilice.
No me distingo de la masa que me rodea, no se que pasa conmigo, si sigo siendo la misma de antes o si la falta de actividad me ha hecho gorda, ahora soy parte de eso.
Nunca quise que pasará, pero ahora que estoy aquí, no hay mas remedio que gritar, pero mi voz no es escuchada, no es por que no hay nadie alrededor, sino que las palabras no tienen sentido ya que parece que todos se rehúsan a escucharla.
No puedo mas, y se que el verdadero sentido se aclarará cuando logre vencer al fantasma que de vez en cuando me asecha, esperando que me rinda y me lleve a otro lugar peor.
Por fin, lo último que me queda para mitigar la agonía, de un momento a otro me desago de mi ropa, de todo, de mis ideas de mis pensamientos y de mis ilusiones, pero aun así no se soluciona nada, sino que todo parece ser un poco mas enredado y confuso.
-¿Ahí alguien?- me levanto súbitamente pues hacia varios días que no escuchaba nada, ¿no estaré delirando, me o el fantasma me quiere confundir para por fin cometer sus delitos?. De nuevo, pero ahora mas fuerte. Espero que esa alma que parece familiar no haya quedado atrapada aquí. Se escucha la respiración, ya siento su cuerpo, esta al lado mío, me quedo inmóvil, como sino esperará que me ayudara, como si no necesitara su ayuda.
No lo veo, no se quien es, pero siento su ser, su esencia y se que es igual a la mía. Me ofrece su mano, yo por desconfianza la rechazo, pero en un acto de gentileza, me la vuelve a tender. Con desconfianza acepto, al menos todo parece mejor que estar aquí.
No se adonde me jala, pero el parece que conoce muy bien el lugar y la salida.
¿No puedes verla?- me dice- Volteó y como en ocasiones anteriores solo veo el vacio del lugar.
El calla por unos momentos, no me dice mas, por fin me doy cuenta de que se refería a otro punto. De un momento a otro en mis ojos el reflejo de una luz muy débil se aparece ante a mi, pero ya no se como se siente la felicidad.
Presiento que mis ojos ya pueden realizar su trabajo, no se por que pero volteo a ver el último vestigio de eso donde estuve atrapada. Lo raro es que no había nada, ni masa, ni paredes ni techo, solo se alcanza a observar algo, que por su puesto a mi me sorprendio, pues ni oscuridad, ni vacio, solo un color, todo azul. Un azul que te engaña y te hace creer que algo te esta rodeando, un azul que te hace creer en el infinito del vacio y que ahí pueden habitar fantasmas, pero estos solo son matices un poco mas claros de lienzo en donde se dibujaron.

¿tu pintaste eso?-me dice la voz- Yo no recuerdo haber hecho nada, pero en cierta forma se me hace familiar. –es que he visto una firma, y asumo que como has estado trabajando aquí durante varios días, pues la firma es tuya- no la veo, pero en un acto de defensa, digo que si. –si, es mio, ¿por qué?- Ahora con una voz mucho mas gruesa contesta –por que se ven muchos sentimientos plasmados, tal vez como si tu razón te hubiera dicho, que dejaras a los sentimientos hacer el cuadro. No digo nada, solo me quedo viendo ese lienzo. Se despide de mi el joven, pero yo nunca alejo la mirada de tal cosa.
Después de unas horas contemplando algo que según esto fue hecho por mi, me logro mover, sigo sin sentir, pero al menos puedo ver y hablar.
Sigo las indicaciones, me dirijo al baño, la luz me por un momento me intimida, pero después me acostumbro.
Entro, me veo, y no logro ver mi rostro o mas bien, no lo reconozco, me lavo la cara, tal vez sea solo confusión, me digo. De nuevo intento verme. Pero lo único que veo es el color azul rodeándome y aniquilándome lentamente.

Ser ahi