Hace frío, creo, no estoy seguro, tenían razón en lo que decían, el túnel es largo, oscuro y eso que decían de la luz al final, es verdad, se ve un punto de luz, voy flotando. Tal vez sea mi recompensa a una vida dedicada al amor, a la alegría... La luz cada vez está más cerca, es cegadora, ya escucho los pájaros y el sonido del agua al caer, como una cascada, me espera el paraíso, he llegado a la luz, me deslumbra, me deslizo, caigo por la cascada, noto el agua salada, miro hacia atrás, veo un enorme colector de aguas residuales, unos adolescentes desde arriba me apuntan con el dedo y gritan:
-¡Mira, otro condón, ya van cuarenta y cinco!
Ríen y ríen, se acerca una gaviota, tengo miedo, no era cierto lo del paraíso de los condones...
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