Un hombre necesita algunas frustraciones,
tiene que tener de que lamentarse.
También algunos logros para saber porque brindar.
Y amores estropeados por si hay demasiado tiempo para hablar.
Un hombre tiene que maltratarse, minimamente una vez al mes, algunos mas.
Destacarse en algún vicio, sin esforzarse, una especie de talento innato para rayar el alma.
Es necesario auto-reconocer los limites del cuerpo que nos toco en suerte, ya verán que les será útil.
Tal vez algún día, destrozados por algún trabajo mediocre, recuerden que aun pueden aguantar mas. (mas de todo o de nada)
Debe, casi por obligación, haber pasado hambre y encontrase con todo perdido,
durmiendo en la calle, en los bancos de las plazas, con la ropa rota y los labios resecos.
Después, todo lo que venga es fácil (o casi) nadie se le atreve al hombre sin nada que perder
y la experiencia permanece de por vida, como una coraza contra el mundo frívolo y los idiotas de cabeza.
Un hombre no puede ser todo el tiempo hombre,
de tanto en tanto es necesario ser débil, abrazar una mujer, llorar en soledad, conocer el amor.
También es bueno el hombre con pocos amigos, de seguro es un tipo querido.
Un hombre con más de cuatro amigos es un hombre que no tiene amigos, peor aun, es un coleccionista de cenas.
Un hombre no puede ser perfecto, por más buenas intenciones que tenga siempre estará el ego,
y un hombre sin ego seguramente viva de sus padres y le pegue a su mujer.
Y eso esta claro que no es un hombre, aunque tampoco una mujer, menos aun un animal,
tal vez, el eslabón perdido o la involución natural, Dios sabrá... o no.
Es innegable que el hombre debe haberse encontrado mirándose al espejo del baño de cualquier lugar borracho.
No importa cuantas veces, una basta, mil también. (aunque con el tiempo es necesario adecuar los momentos para esto)
Es una sensación obligatoria, luchar contra un cuerpo que desobedece y una lengua que se desboca.
Y despertarse y darse cuenta que el mundo en realidad no es tan serio,
todos necesitamos soltarnos y reírnos y vernos ridículos.
Demostrarnos que todos los horarios y las formalidades no condenan nuestra locura a una prisión de apariencias.
Un hombre debe conocer el miedo y mantenerlo en sus bolsillos, detrás de los billetes grandes,
porque aun no se a inventando una alarma de supervivencia mejor, algo que nos diga "Esto es demasiado"
Y cualquier hombre sabe que los hombres de verdad no escuchamos la campana, ni los gritos, ni las balas.
Y conocer la muerte es también importante, nos recuerda que en realidad no somos tan duros, solo hábiles, mentirosos, actores de emergencias.
Un hombre debe perderse de vez en cuando, es la única manera de recordar los caminos.
Y debe sangrar, saber que todo tiene un precio y no siempre es dinero.
Pero sobre todas las cosas un hombre tiene que pelear, siempre pelear, a la mañana, a la tarde, a la noche.
Pelear por migajas, por tesoros, por amor, por odio, por capricho, contra la muerte, contra el tiempo,
hacer valer todos sus miedos en un instante de decisión final.
Y entregar esta vida de esa manera,
peleando por esa pequeña paz,
ese instante de silencio,
de ausencia de necesidad.
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