Quiero desnudarte, de las ataduras que te ligan a este mundo terreno, de pie.
Ponerlo todo de cabeza, patas arriba.
Deshacer los nudos de tu pelo, de tu ropa y de tu cuerpo, que se torne arcilla blanda entre mis dedos, con un poco de humedad y sudor.
Usar el arte de mis manos cálidas, para tocarte y hacerte y deshacerte toda.
Quitar cuanto te sujete de la gravedad, liberar tu espalda de esos nudos que la rodean y recorren hasta la nuca, mientras te muerdo suavemente.
Desnudarte no sólo el cuerpo, sino la mente y con tu ayuda, dejarte libre de paradigmas y de los necios tabúes.
Dejar escapar tus flores perfumadas, para sujetarlas entre mis dedos y rodearlas con mi boca completamente hasta muy cerca del dolor carnal.
Succionar tus ingrávidas y dulces frutas, acariciar tus piernas y arañar tu espalda, degustar tu cuello y tu pecho erguido hasta las puntas con mis labios, saborearte palmo a palmo y libre de complejos que llamo nudos y ataduras.
Para que llegues así, diáfana y plenilunia a la cima del monte y a la sima del abismo, que quiero visitemos a un tiempo juntos, para seguirte amando libre,
desnuda. |