Acostado en el chinchorro,
y contando las veces que llega la ola,
no puedo dejar de temblar
Cuando silban a lo lejos las embarcaciones.
Sé que transitan los barcos
y no puedo evitar que mis raíces se desordenen.
¿Tendré la fuga del nómada?
¿La prisa del viento?
O será el miedo a tus amarillos,
cuando en tus ojos miro girasoles que revientan en mis sueños,
y al jugar con las hojas trituradas del árbol,
no sé qué me da por besar tus pezones.
Es la ola mil
y confuso me duermo por no saber qué vendrá primero.
Texto agregado el 31-07-2003, y leído por 813
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Lectores Opinan
18-05-2015
Dice Serrat: NO HAY NADA MAS BELLO QUE LO QUE NUNCA HE TENIDO; NADA MAS AMADO QUE LO QUE PERDÍ..... gcarvajal
18-05-2013
Duerme tranquilo, que si viene asi de grande, nos devora la ola sí o sí. stracciatella