mejores mujeres en la cama
azuladas,
incesantes,
muslos de perfil,
metales anudados,
y ojos sin mirarme...
son deseo,
gotas selenitas cayendo en detenerse,
soltando pícaras princesas palabras promesas y poesía,
de las huellas del índice, que brincan de la piel a un miércoles y otra vez en la piel...
se derrite y es fresa frambuesa y la luz fanal
que brinca y besa
y persiste en ser forma,
vaso, vodka, cigarrillo, carmín,
dedos, labios, y tu voz en latín,
y tus besos,
los ojos de la lluvia,
el perfume de tu alborada,
tu idioma en la pared,
y se viste, y se desviste...
y la veo y descansa, y cierra la puerta...
y son mejores mujeres en el taxi...
que te dejo
que me escapo
que nos vemos,
que te amo
y te visto y te desvisto, y te sigo teniendo sin hablar con el rostro detrás del retrovisor,
tu humedad escapándose
tus manos frágiles y femeninas,
tus uñas en algun lugar de mi cuerpo,
con tan pocos espacios,
y entonces suelen despertar y tomar de desayuno un poco de pan y un café con leche
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