Sé que algún día
miraré tus ojos verdes,
y me perderé en un viaje mágico
y sin fin dentro de ellos.
Y a través de tu cálida mirada,
que me inundará de tu ternura,
se erizará mi piel
de mil paciencias escondidas,
de tantas horas suspendidas
en el reloj de mi espera.
Y te entregaré todos los sueños
tejidos en mi mente,
en los que tus manos anhelantes,
esculpirán sobre mis trémulas orillas,
un poema de pasión extrema,
hasta sentirnos transportados
en peregrinación constante,
perdiendo los sentidos
casi hasta la inconsciencia,
en un eterno abrazo
que fundirá por siempre
tu soledad y la mía.