No sonó el despertador a la hora acostumbrada. Y a las nueve de la mañana, mis párpados se abrieron dificultosamente para enfrentar el nuevo día. Un sol radiante de verano amigable, entraba a través de la ventana que da al jardín iluminándolo todo. Afuera, el tiempo continuaba su marcha, era un día de trabajo igual a todos los demás. Yo, sin embargo, aún disfrutando de mis últimos días de vacaciones.....enero se estaba alejando.
El fuerte sonido de mi celular, me sacudió rapidamente de encima, los restos de sueño que aún tenía pegados en mis ojos, y contesté tratando de restarle flojera a mi voz.
-¿Alo?
-¿Mas cómo has hecho,...para que me enamore tanto, tanto,...me miro en el espejo y me pregunto,...si ese de ahí,...soy yo?
Mi corazón comenzó a latir más de prisa, y una enorme sonrisa se dibujó en mis labios. Sentía tu ternura inmensa deslizarse hasta mi oído , en un sin fin de notas armoniosas, como un mensaje nacido desde el fondo de tu corazón, convertido en una fuente inagotable de notas musicales, que me llegaban a través del celular con esa maravillosa canción.
-¿Mas cómo has hecho?,...no sé siquiera cuándo has comenzado,...yo sólo sé que en esta vida mía,...no sucedió jamás,...primera vez, que digo ciertamente,...¡¡¡te quiero tanto!!!
Una emoción indescriptible comenzó a inundar mi pecho de latidos, colores, aromas y sensaciones maravillosas, mis ojos se nublaron de amor por ti, y dos lágrimas rodaron por mi rostro convertidas en brillantes estrellitas plateadas.
El sol de la mañana pareció brillar aún más. Los árboles afuera, se mecían alegres y los pajarillos trinaban movidos por la brisa en un eterno vuelo.
Permanecí en silencio unos instantes, luego de terminarse tu llamada. Emocionada, feliz, soñando todavía, y recordando una y otra vez el mágico momento que me habías regalado.
Marqué tu número.
-¿Alo?
-Heyyy, gracias, me hiciste llorar de emoción.
-¿Y todo eso es resultado de mi saludo mañanero?...Si es así, todos los días te despertaré de la misma forma.
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