El invierno refujiado en la estrecha ventana de mis ojos, se ha transformado en la foto en la cual nunca deja de nevar, y que por desgracia jamas puedo dejar de mirar aunque lo intente, una foto que siempre me muestra un transparente y bello blanco, pero aunque es un hermoso color tan puro como la mas joven virgen, siempre esta plagado de una fria y lenta oscuridad para olvidar, que se roba mis lagrimas y me hacen pensar donde esta la vida.
La sombra de las cosas que estan en este cuarto casi vacio, donde me escondo o me refugio en verdad no se y tampoco me importa, son mis unicas acompanantes con las cuales me desahogo y les cuento, que desde hace mucho tiempo espero primavera pintada con el sol, para sentarme en el jardin de mi silenciosa alma con la que muy poco hablo, a recojer de las orquideas tan perfumadas que solo nacen en mi tierra, que con sus colores manchados de blancos y rojos hacen un arco iris , muy hermoso que logra robarse de mis labios atrapados en su terciopelo, una risa tan inocente como mi esencia y mi ser que muy pocos realmente conocen.