La maldición de SOFIA (borrador)
aclarando que es borrador, JEJE

Bruce era el señor de Namur del este. Las tierras de Zendoria estaban bajo su domino, las cuales incluían las ciudades de Naybala y Punta Este, y claro por supuesto la fortaleza de Namur que se encontraba en las montañas de Rosstengard.
Bruce era el heredero legítimo de esas tierras, su sabiduría y fortaleza eran grandes, su estirpe todavía más. Sus antepasados habían luchado en la liberación del continente y junto a Arion y Thanor obtuvo grandes victorias en lo que era la región norte del continente de Eutlyen.

Todo transcurría con normalidad en su reino, así que no tenía de que preocuparse. Un día Bruce viajó al sur, con el rey de Umbria, tardó en regresar 2 años, y cuando regresó, regresó cambiado, su cabello, antes rubio y dorado, era ahora blanco, su tez parecía haber palidecido al igual que su cabello, pero su fuerza había aumentado; así también su cuerpo y fortaleza. Corría el año 780 de la nueva era. Y ahora con 120 años de edad bruce reinaba con tranquilidad el reino de Zendoria.

Al regresar de su largo viaje, todos los habitantes del reino lo observaron y vieron algo diferente en su mirada, en su expresión. Mas serio que antes, más callado y apacible que antes..

Los guardianes de su castillo tenían la certeza de que el rey salía en ocasiones por las noches y no volvía hasta una hora antes del amanecer. De sus recorridos nocturnos nadie sabía nada. Nadie se atrevía a interrumpirlo en sus sueños, que ahora eran en pleno día.

Un día, el hechicero Mardan, en uno de sus viajes a Zendoria lo vió y lo saludó. Inmediatamente reconoció algo fuera de sí. El rey seguía siendo benevolente y gobernaba con justicia y coraje. Administraba bien las regiones y los bienes. Pero el hechicero logró percibir algo diferente. Un día por la noche, cuando Mardan apostó a que el rey había salido por las noche fue a su cuarto a comprobarlo.

Tardó en abrir la puerta el rey, y cuando lo hizo estaba más pálido de lo acostumbrado. Su mirada parecía perdida en el pasillo del castillo y no reaccionó hasta que el mago le habló. Su mirada se dirigió al hechicero, intercambiaron pocas palabras y el mago se fue de allí. Se mostró turbado al ver la mano escondida del rey que tenía un líquido negro corriendo por entre sus dedos. El rey no pudo esconderla a tiempo para que el mago no la viera.

Al día siguiente el mago partió, nadie supo su nueva empresa, solo se despidió rápidamente del rey, recomendándole seguir gobernando como lo seguía haciendo. El rey no se percató de nada diferente en el mago. Por algo era un mago. Siguió viviendo como lo había hecho, y las salidas nocturnas seguían sucediendo.

Diecisiete años después el rey comenzó a prestar oídos a los nuevos rumores en al región norte del continente. Habían escuchado que los guardianes de la torre de Sofia habían aparecido muertos.

Pronto enviaría él una patrulla para checar y redactar informe de lo sucedido. El reino de Zendoria era grande en el norte y de la región noreste del continente era el más grande e importante. Al oeste estaba la rica región de Forboel, y más al oeste escondida en los mares Erwin Rammel, al isla hermana del reino de Zendoria.
Esa región no tenía mucho contacto con el exterior y con tierra firme, pero siempre que se podía, enviaban mensajeros y cuando había problemas enviaban soldados. Ahora de ellos no hubo señales. Las puertas de la isla de Rammel estaban cerradas por todas las rutas y ahora, como responsable de la paz en el norte del continente, estaba Zendoria.

La patrulla marchó con capitanes al frente. Pasaron por la región de Amnte y llegaron al estrecho de Grootloer donde estaba la Torre. No había nadie cuando llegaron.

Tiempo después llegó a manos del rey Bruce, en Namur, las cabezas de los capitanes como firma a un mensaje sombrío. Inmediatamente la llamada de urgencia se corrió por el norte. Se dio aviso al rey Thanor, señor de Darihon. En realidad Thanor era rey de muchas regiones, sus aventuras tomaron lugar en muchos lados y castillo no tenía, normalmente habitaba en la ciudad de Darihon, en el reino contiguo a Zendoria que era Cidis. Darihon envió respuesta. Inmediatamente hubo consejo en Zendoria, los altos capitanes y señores de los pueblos del norte que pudieron acudir al llamado fueron informados de lo sucedido y prepararon planes. Mardan había desaparecido hace tiempo y no había sido localizado. Acudió a su llamado otro mago, el hechicero Marco que tenía también empresas importantes en el norte del continente.

Las noticias fueron graves, no se tenían noticias de las tierras de sur y Erwin Rammel había cerrado sus puertas. Era preciso contactar al rey de Umbria y llamar a consejo.

La noticia no llego al rey de Umbria pronto, y es por esto que los reyes Thanor y Bruce fueron los pilares de la defensa de lo que comenzó ser la invasión o amenaza del norte. Aún no estaban seguros de los motivos de sus atacantes pero lo podían imaginar por los mensajes de amenazas recibidos. Enviaron tropas a las Montañas Negras de la Frontera. La ciudad de Tolima fue una base importante ahora. Pronto vieron que no era un ejército normal el que ahora los amenazaba, sin ataques aún, el miedo corría por los pueblos y las pocas tropas que patrullaban cayeron como moscas ante el poderío abasallador del enemigo.
Los reyes, no preparados para esto huyeron bajo la protección de las montañas negras. Allí estuvieron varios meses con incertidumbre, los preparativos para la batalla eran acelerados. La incertidumbre crecía y los llamados de ayuda salían por todos lados.
El consejo decidió tomar la decisión de llamar al Restante, al poseedor de la armadura negra, de la tercera armadura. Al rey Arion al este del mundo. El rey Arion estaba lejos, muy lejos y perdido para las tierras del Continente de Eutlyen. No había duda de la necesidad y así, bajo extrema precaución y urgencia, enviaron a alta mar el comunicado al señor de las Tierras Bastas.

Y el rey llegó.