Sede de tus labios dulces, De tu cuerpo anhelado y querido, Sus manos blandas y intrépidas, Su mirada seductora, Sede de tu sexo... De sudar contigo... Delirar y gritar mi anhelo y antojo... Aninhar-me en ti y tener suyo pego caliente... Ser poseída y poseerte... Levitar de tesão y gozo... Inebriar-me con su miel exquisita! Y reposar en el afán de tus brazos. Tengo sede de hacer amor con usted... De enloquecer de caricias. Volar alto en nuestro acto, Y renacer tu noutro día...
Texto agregado el 02-03-2005, y leído por 114 visitantes. (2 votos)