Fastidiosa idea es esta la que me pasa por la cabeza, me siento en un barco errante que finalmente llegará a buen puerto.

Siento imaginarme por un instante mi hermoso mundo, del cual nadie reclama montañas ni valles, cielos y mares, ya que solo mi mirada alcanza a ver esta hermosa vista que frente a su inmensidad me hace sentir minúscula pero gigante a la ves, le doy la espalda, me olvido de Él. La arrogancia me cubre, creo poder vivir sin sentir la tibieza de los cálidos flujos que yo misma he creado en mi mundo morado anaranjado con toques de celeste arco iris alimentado por mi tibieza solar.

Le voy quitando valor poco a poco, porque sentirlo y disfrutarlo no me cuesta nada, y sin embargo es lo más precioso que tengo. En este momento estando aquí, sentada en los acantilados con la mirada perdida en un horizonte verde y el alma colmada de plenitud me siento mas yo que nunca.

Repentinamente todo adquiere un bello sentido…y me siento bien

Siento manosear un hermoso recuerdo, un bello sentimiento, algo único e irrepetible convirtiéndolo en un pieza de comercio, etiquetándolo, digiriéndolo, dejándolo asimilado y finalmente arrinconado y olvidado.

Nos empeñamos en cobrar y pagar por cosas que nosotros mismos podemos crear…no hay cosa mas terrible que poner precio a los sentimientos y a los sueños.