¿Cómo hago para explicarte
que has dejado mis mejillas húmedas de sensaciones?
Y que en medio de esta salada humedad y soledad
que fluye primero por mis ojos y luego emerge en forma de gota,
hacia la tierra que me energiza para seguir en pleno llanto.
Por tratar de salvar todo lo que fui,
todo lo que soy y desnudarlo para ponerlo en tus palabras,
¿cómo te explico que ya hiciste todo esto? ,
¿y que no ha habido tiempo ni espacio para hablar más de amor,
porque simplemente sabes que está ahí por primera vez,
(siempre es la primera vez..)?
¿Existirá la forma, alguna forma, cualquiera que sea,
de mostrarte mis heridas desde este rincón de la tierra,
desde este montículo de rocas, árboles, tierra, barro, cuerpos, vidas, muertes...?
Acorralar nuestras ventanas grises dentro de la mirada,
y apoderarse de todo lo que empape tu gran alma de gran amante,
como gran enternecedor de prosas y decires...
Qué grande, grande corazón.
¿Acaso no será suficiente con mi silencio,
que seguro existe dentro de un profundizador espejo,
detrás del cual nos escondemos para mostrarnos sólo los errores, defectos, asperezas, y al salir la imagen pesada, recorrer las siluetas llenas de auras y luces. Acaso eso no es suficiente?
Aspiro.
Respiro.
Resisto.
Desisto.
Te busco.
Si puedes robarte toda esa, mi esencia.
Si puedes acariciar mi guitarra y verme desde ella.
Si puedes soplar una ausencia, desarmarla, y ausentarla otra vez.
Si puedes desembrollar la música que existe en mis deseos.
Si puedes ampararte de mi lluvia, que no es escasa.
Si puedes calcinar todo lo espantoso y volatilizar sólo lo añorado.
Aquí dejo mi primavera en tu verano, o al revés, para contar las más prestigiosas aspiraciones.
Para volcar todo lo que respiro en tu cielo rodante.
Para inventarte que resisto ante todo este ímpetu de tus manos a pensarme.
Para decirte que desisto de esta explicación vana...
Aspiro.
Respiro.
Resisto.
Desisto.
Te busco.
Te invento
te vuelco
te resueno en mi sueño....
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