Siempre me encantaron las leyendas, esas historias fantásticas transmitidas de generaciones en generaciones, embargadas por la magia, el secreto, la fantasía, donde uno no sabe hasta donde llega la ficción y donde acaba la realidad. Dicen de ellas que tienen un origen cierto y que luego se han ido engordando con la imaginación de todos aquellos que la han ido escuchando o leyendo. Cuando uno oye hablar de leyendas siempre piensa en algo lejano y antiguo, una hoguera, el cielo cubierto de estrellas y alguien contando una historia mientras su público se mantiene boquiabierto y expectante.
Hoy en día se siguen contando aquellas antiguas leyendas pero también han surgido nuevas, hay quien las llama de otra manera, comúnmente se les denomina “leyendas urbanas”, historias que surgen de no sabe de dónde y transmitidas por no se sabe quién pero que al final a todos acaba llegando. Suelen aparecer como un rumor pero vayas a donde vayas las escuchas con diferentes versiones, ahora empiezo a recordar alguna, tal vez en su ciudad o en su país también existan.
Una de ellas es la leyenda de la vieja en la curva en casi todos los pueblos hay una curva peligrosa donde de madrugada aparece una vieja vestida de negro(acojona más, claro), el que ve a la vieja muere en accidente, por eso claro nadie vivo la ha visto, que curioso...¡Pero existe!
Aquí en España hay una leyenda urbana muy reciente, de hace unos años,la leyenda de Ricky Martin y la niña del perro, cuentan que en un programa de la televisión que se dedicaba a dar sorpresas había una preparada a una adolescente, fans de Ricky Martin, estaba todo preparado, el cantante se escondió en el armario esperando la señal de salida, la chica entró en su dormitorio, pero ocurrió algo inesperado, se desnudó, se abrió de piernas se untó crema de cacao y el perro comenzó a lamerlo, se suspendió la sorpresa y tuvieron que sacar de allí al famoso cantante. Nadie sabe si es cierto o es verdadero, pero la leyenda corrió tan deprisa por todo el país que hasta hubo una nota de desmentido. Es curioso que ese mismo año fui a Valladolid y allí conocían también la historia, pero en vez de crema de cacao era mermelada de fresa lo que se comía el perro, la transmisión oral enriquece las historias...
Otra leyenda es la leyenda del viaje a Marruecos, al menos aquí se llama así, creo que otros la cuentan como si el viaje hubiera sido a Turquía, el caso es que se narra un viaje a un país extranjero lleno de vicisitudes varias, al regresar y revelar las fotos aparece una foto donde un señor se mete nuestro cepillo de dientes en el culo y otra foto dejándolo en nuestra bolsa de aseo. No se si será cierta esta leyenda pero es una putada muy cachonda.
En fin, cualquiera de nosotros puede comenzar una leyenda, tan solo deben engordar algo que les haya ocurrido y pasarlo, en pocos años esa leyenda recorrerá el mundo y usted será su anónimo creador.
Luis Barrasa Martínez(Barrasus), Sevilla 27 de febrero de 2005
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