Tumbese estirado en el suelo cara abajo. Extienda los brazos y apoye las palmas de las manos en el suelo. Levante todo el peso de su cuerpo haciendo fuerza con los brazos y los músculos del pecho. Si lo consigue, ya tenemos la primera flexión. Repita la operación y obtendrá una reflexión. Por cada nueva repetición obtendrá una nueva reflexión.
Texto agregado el 26-02-2005, y leído por 213
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Lectores Opinan
25-07-2005
Sólo puedes votar una vez por cada cuento... Lástima. Calamitatum
25-07-2005
Ah! eras vos quien había escrito esto? Siempre lo había guardado en la memoria pero no atinaba a recordar al autor. Muy bueno. Calamitatum
11-05-2005
ironía sutil que se circunscribe a tu perfil, cinicamente expresado. bueno. atropos