La vida es
el vuelo desorientado
de la mosca que va y no encuentra.
Es el árbol que no puede huir
de sus raíces, del aire, de la mierda.
Es la espuma que no recogió el mar.
Mas la vida se pierde a diario
entre Amazonas, cielos y montañas.
La vida es
la cola inquieta del perro alegre,
los besos siguientes que sí enfrentan,
el callejón que mendiga,
el mendigo que te perdona,
la basura que se lleva los secretos
y el secreto que no escapa de tu boca.
Mas la vida se distancia
tras sentencias, fronteras y creencias.
La vida es
el eco asesino
de la mentira jamás confesada.
es el cigarrillo para después,
el barco que atraviesa la tormenta,
la carcajada sin broma previa,
es mirarte y nada más.
La vida es
lo que no nace y ha muerto,
el apóstol moderno, la receta, el detalle,
Santa Claus, Blanca Nieves y Cenicienta,
las piedras al fondo del río,
cada gota de lluvia,
la sombra leal que alumbra tus rutas.
Mas la vida se vive
en la gran ciudad, gente sin rostros, la moneda.
Y tú ya no estás.
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