Hoy me he levantado de la cama después de tres días. Me duele el cuerpo y me duele el alma. Veo que por fin el sol se asoma entre las nubes, y mi gato me mira pidiendo desesperadamente comida.
Debo tener una cara horrible, creo que nada podrá borrar estas ojeras que cubren mis ojos.
En la mesita, debajo de la lámpara de colores que no te gustaba, sigue tu foto. No puedo verla, mejor todavía no la doy vuelta, no estoy preparada para verte.
Me abrazo a la almohada y pienso, en mi cabeza suena el tema de amor que tanto me gusta y que hoy cada una de sus palabras me lastima... yo quería tenerte sola y que fueras para siempre mia... Siempre me cantabas ese tema cuando me tomabas de la mano y me mirabas con cariño.
Mejor me daré una tibia ducha energizante, vieja receta de las revistas femeninas, una buena ducha para empezar el día dicen.
El agua de la ducha golpea los azulejos y me recuerda a la lluvia, me gusta el sonido de la lluvia. Que bien se siente la tibieza del agua en mi piel,parece que cada poro de piel vuelve a respirar. El aroma a rosas del gel de baño me despierta los sentidos y me anima.
Matute se asoma por la puerta del baño para recordarme que aún no lo he alimentado. Me envuelvo en una enorme toalla suave y de color azul. Me siento renovada , pero algo me clava el pecho como un alfiler punzante. El dolor no se ha ido con el agua del baño.
Debí pedirte que te quedaras un rato más, pero como siempre mi orgullo de escorpiana ganó la batalla momentánea de odio y rencor. Si te hubiera escuchado, si te hubiera retenido dos minutos más, si mi furia no me hubiera gobernado...
Cerré la puerta detrás de ti, orgullosa y herida. No lloré , en ese instante las dudas fueron mas fuertes que el amor.
Hoy no tengo fuerzas para nada, si siquiera para abrir la boca. Pronunciar tu nombre es algo imposible para mi, mirar tu foto es una tarea dolorosa , solo puedo recordarte y pedirte perdón asi, en silencio.

Mi piel se renovó con el baño pero mi alma sigue sangrando con cada minuto. Si te hubiera escuchado... Odio mi orgullo , odio mi intransigencia, odio mi maldito carácter.
Y te sigo amando tanto que duele.