El Chat es hoy en día una de las formas como el ser humano a conseguido alejarse uno del otro; echando mano del avance en las telecomunicaciones, (lo confieso soy usuario de ellos) logra poner en contacto a personas muy lejanas entre si desde todo punto de vista incluso desde el punto de vista de compatibilidad... Sé a ciencia cierta que detrás del Chat hay muchas fuerzas a veces siniestras que se ocultan tras la pantallita ahora multicolor de los celulares y que el mercadeo se ha empeñado en embutirle hasta cepillo de dientes digital para que no nos separemos del bichito ni en los más íntimos momentos de nuestra intercomunicada vida. El baño, la cama, el trabajo, el auto, el gimnasio, el comedor todos los sitios están abiertos al uso del bichito para teclear a discreción en el. Sin embargo no puedo dejar de reconocer que como todas las cosas que atañen a lo humano la formación de grupos es como un verdadero “tubo de ensayos social”, si; porque en él interactúan personas con intereses y personalidades tan disímiles y distantes que tienen una sola cosa en común: La soledad; esa que al hombre tecnológicamente avanzado parece querer adoptarlo de por vida, porque ¿Quien no ha visto en la calle a decenas de personas con la mano en la oreja sonriendo y hablando con la mirada perdida en el cielo? ¿O a una muchacha joven mirando al suelo con el cel en la oreja mojándose la blusa con sus fluviales lagrimas? ¿O a una mujer gorda y rechoncha formándole un gran peo a un hombrecito imaginario que aguanta los manoteos de ella en la cara sin siquiera chistar? Sin contar los que en una fuente de soda chatean uno frente al otro con mensajes de texto mientras el dueño del local espera impaciente el pedido. ¡¡La naturaleza humana!! ¡¡Que interesante y variopinta es!! Pero ¿Saben? En estos grupos (Retomando el tema) las pasiones, las frustraciones, los sueños, los deseos y todas las motivaciones del hombre salen a flote cuando tenemos la ventaja de el anonimato, y aun sabiendo de la posibilidad de que algún día tengamos todos que conocernos en persona, sabemos muy dentro que podremos mantener la mascara durante medio día que dura el encuentro y volver en la noche a seguir jugando que somos lo que no somos en verdad; aceptémoslo, somos un elemento idealizado y creado por nuestras frustraciones y nuestros miedos, representados en el texto de los distintos mensajes que enviamos por el celular en un Chat. Hace poco una persona fue integrada a nuestro grupo con el nick de Indio el nuestro es un grupo donde todos somos adultos (5 mujeres y 5 hombres) hemos tratado de ser lo mas sinceros y auténticos posible. Nuestro nuevo integrante trato de darnos la imagen de una persona buena, balanceada, bromista, trabajadora, educada cordial y… sexualmente activa. Desafortunadamente para él en este ultimo aspecto se excedió y a rajatabla pidió que no hubieran gays en el grupo porque no estaba dispuesto a tolerarlos…terminada la frase el silencio se hizo patente; todas las pantallas permanecieron en blanco antes que una avalancha de opiniones en su contra (Como un Tsunami) lo hicieron cometer mas errores que lo ponían gravemente en evidencia hasta que tuvo que ser sacado del grupo para evitar el linchamiento verbal. La verdad y para ser justos éste es un ejemplo baladí de intolerancia y una experiencia amarga para el pobre indio que cometió el pecado de ser completamente sincero con sus miedos y sus frustraciones emocionales. Todos tenemos derecho a expresar nuestros gustos y nuestras inclinaciones pero infortunadamente para el pobre indio no tuvo tacto a la hora de elegir el momento de hacerlo aparte de una total ignorancia del perfil del grupo que le recibía por tanto salio como corcho de limonada. A mi parecer el esperaba una reacción socarrona y alegre de todo el grupo olvidando que dentro habíamos personas que si bien no mostramos una inclinación homosexual podemos tener alguien muy cercano a nuestro circulo que si lo era y que merecía respeto. Que amarga experiencia para el pobre indio de sentirse rechazado por el grupo, por querer mostrar una cara de su personalidad como es la de sentir miedo a la homosexualidad, y peor aun a su actitud intolerante y cerrada ante lo que solo forma parte de la naturaleza humana como es la de tener una sexualidad diferente a la estandarizada por las sociedades. ¡Que triste y que interesante al mismo tiempo! Porque la reacción del grupo fue de rechazo rápido y directo ¿Será que a pesar de todo, algo bueno esta pasando con la humanidad? Cuantas muertes ha sufrido el mundo por la intolerancia de unos pocos y que a la final solo muestra en su origen a un animal acosado y acorralado por sus turbaciones y fracasos que se lanza voraz destruyendo aquello que no comprende optando por matarlo. Cuando nos enfrentamos a una sexualidad distinta a la nuestra nos ponemos en guardia sentimos la inseguridad como si fuera una enfermedad transmisible la tendencia que invade nuestro espacio vital y nos colocamos tras un muro lleno de guasa, burlas y a veces de violencia extrema para quitarnos de enfrente aquello que nos enfrenta a la revisión de nuestros valores sexuales y morales…o ¿Será acaso que tenemos miedo de sentir atracción por ese sujeto que nos muestra con desparpajo que es legitimo en su personalidad a diferencia de nosotros que nos sentimos alterados en su presencia? No se Uds. Yo creo que si; pienso que a veces un homosexual se mantiene agazapado detrás de una tendencia sexual de cartón que usamos como escudo a las piedras que nos lanza el sistema. La verdad disfrute de ese pequeño percance y lo asumí como una pequeña lección de relaciones humanas pero me hizo pensar lo que aquí arriba les conté sin otro animo que el de una reflexión en el asimilar las distintas facetas de ser humano incluyéndonos. Al amigo indio le mande un mensaje que nunca leyó porque ya estaba fuera cuando lo mande: “El Indio traiciono al único hombre que de verdad lo quiso: Al Llanero Solitario el enmascarado de plata”.Ojala que esta experiencia le sirva para ser mas cauteloso a la hora de expresarse y no herir susceptibilidades. Es que es tan sencillo evitar herir a nadie solo metiéndonos en los zapatos del otro y no haciéndole a él lo que no quisieras para ti.