Sin más que hablar…no sabía realmente si estaba o no en aquel lugar, sólo sentí que todo giraba alrededor mío…mi conciencia se revelaba, luchaba contra lo que no quería razonar…mientras mi inconciencia susurraba un silencio desgarrador…. Cuando al fin desperté, el suelo teñido de rojo me acogía, viendome empapada en sangre fue entonces cuando me di cuenta que mi destino había llegado...