Aquel verano

Aquel verano, cuando te conocí, aun no lo puedo olvidar. Por que cuando te vi, muy solita, me lanzaste un hechizo y realmente no pude dejar de pensar en ti, en tus miradas, tus labios, tu sonrisa, tus grandes ojos color café. Hiciste que todo pareciera una porquería a tu lado y por eso tire por la ventana todo lo que alguna vez conocí, para rehacerlo contigo, mis costumbres, mis temores, mis creencias. Caminábamos de la mano, por la orilla del mar, viendo a los delfines nadar y saltar. Hablábamos horas de horas, tontería tras tontería, riendo hasta perder el aire y llorar. Pero todo tiene un final…

Llego el otoño, nos despedimos. Te deje ir tranquilo, pero ahora todo parece estar mal, por que eras la perfección que busque por tanto tiempo. Ahora solo me queda pedir un milagro, para cambiar el mundo, para hacer que estés a mi lado cuando más te necesito, cuando más me necesites. Por que ahora te necesito mas que a la vida misma, por que sin ti, no significa nada, esta vida a la que yo llamo novela.

Y ahora, me tengo que acostumbrar a caminar por una tierra llena de sueños rotos, donde los frutos del amor crecen por todas partes, pero para simplemente se derrumban. Camino por las sombras buscando mi vida, buscándote a ti. Para que todas esas nubes caprichosas de invierno se conviertan en un arrasador sol de verano, tan arrasador como las palabras que nunca pude escuchar.

Y ahora que de nuevo empieza el verano, y se que volveré al lugar donde te conocí, espero verte en el mismo lugar donde te vi por primera vez, tan perfecta, tan preciosa. Espero, también, que no hayas cambiado ni un poquito. Por que quiero los mismos besos, las mismas miradas, las mismas carcajadas. Espero que este verano también sea inolvidable.