Tu q’ andas por mi cuarto
deambulando en mil madrugas.
Tu q’ habitas en mis sueños
debilitando mi insomnio.

Esta noche, mis ojos se cerraran con ansias
de ver tu cara otra vez rozando mi piel.
El rosio estará
empapando tus labios esta vez
tras la tenue luz de un resplandor.

Donde nos encontraremos esta vez,
de donde sacare fuerzas
para no dejar mis lagrimas caer
y a través de ellas derramar mis entera soledad.

Tratare al recorrer nuestros cuerpos
de no llorar por la realidad
de saber q’ al despertar ya no estarás
y no podré amar tu piel.

Al despertar, pienso no perder la ilusión
de q’ algún día vendrás a calmar mi dolor
y nunca mas un sueño esto será.

Tu q’ andas por mi cuarto
deambulando en mil madrugas.
Tu q’ habitas en mis sueños
debilitando mi insomnio.

Cuando despierte seguro no podré
apartarte de mi mente esta vez.
No, no olvides cuando el reflejo meramente sincero es,
este llega alguna vez a ti.