JOSÉ Y SU DORADA MULTITUD
Acaso inspirado en Gandhi o Guambia, José apostó al poder de la no violencia, creyó cual alma grande que la unión hace la fuerza y asumió el reto, llamo a la dorada multitud y la calidez de su verdad la cubrió y arriesgaron a soltar la carcajada mas desafiante; sí estarían ahí los tres últimos días del enero, ¡resistiendo! ¡Resistiendo sin armas, sin poder, sin uniformes, sin botas! tres días sintiendo la grandeza de la paz, de las manos sin mancha, de los corazones palpitando al unísono, confusos entre el temor y la valentía de enfrentar a tan cruel vestigio de barbarie, pero eran muchos bajo el incandescente fuego de la libertad y la vida, libertad y vida que se extinguían en la voz de aquellos que prefieren enmudecer ante el horror; era preciso romper el hielo; no podían seguir impasibles y resignados cuando ante sus ojos desorbitados de espanto a plena luz del día grandes manos manchadas se llevaron a los suyos y no los volvieron a ver jamás, preguntaron sin descanso ¿donde están ? ¿Donde están?, los embargo la tristeza, la angustia; era la hora, ¡sí, si ¡era la hora en que la soberana multitud dorada dejará gritar su ¡Colombia: Alto al silencio! ¡José se atrevió y no le importó, alzo la voz ante las armas, rasgó el velo del secreto; entonces sintieron miedo, la presencia de José los emboscaba, les interrumpió el sueño. Surgía en las pesadillas más siniestras con su dorada multitud que en sostenidas carcajadas y con gritos desafiantes de coraje les escupieron: ¡ El mundo los está viendo!, El mundo los está viendooo!,¡ el mundo los está viendooooo!. Entonces despertaron,
¡ era real!,¡ era real!,¡ era real!, ¡las atrocidades saldrían a la luz, era preciso correr, silenciar la voz, pacificar la multitud, extinguir la luz que no se calla ni se detiene!…buscaron a José y …….
La dorada multitud sigue ahí, no logra sacudir la manta sucia del terror, esperan…. la sangre de José tiene que dar vida. |