Ahí estas,
empolvado y reseco,
amargo y empobrecido por el tiempo,
aún así me acompañas
en lagrimas y alegrías
¿Te acuerdas de los rayados?
¿Las calcomanías o los chicles pegados?
Claro que sí, si guardas cada momento
grabado en la fría madera barnizada.
¿Me olvidaras? no lo creo,
hemos pasados momentos inolvidables
amores, amistades, fiestas aaah
infinidad de cosas...
Ya nada es lo mismo,
la gente cambia,
uno crece, los hombres se vuelven
necios y arrogantes,
las mujeres desconfiadas y soberbias,
¿donde quedo esa frágil inocencia para hacer amistades?
creo que la respuesta la tienes en tu repisa, cierto?
bueno mi amigo déjame abrazarte por esta vez,
sentir el viejo roce de la madera contra mi piel...
Ese olor,
que dulce es ese olor a pino viejo,
me recuerda a mi, de niño,
tan frágil, tan dulce y puro,
envuelto de tanto amor,
que tiempos, que tiempos...
Una lágrima recorrió su mejilla, mezclándose con el líquido espeso que cubría el callado.
El viejo escritorio abrazaba a su amigo de años acompañado de su último barniz, mezcla de lágrimas y alcohol, ardiendo por última vez extinguieron su vida por ser olvidados
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