Y el agua caía sin cesar,
como si de una cascada se tratase.
Pero no era de una cascada, el agua
ya que era nada dulce, sino salada.
Embestía de forma horizontal, no vertical
además estando tan cerca de la orilla...
no podía tratarse de otra cosa, no,
eran las olas que Neptuno nos mandaba.
Texto agregado el 21-02-2005, y leído por 80
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Lectores Opinan
21-02-2005
mmmm...mas o menos...Aunque no pude evitar pensar en Debussy Le Mer... pero mas que nada por el titulo... Adieu. NemesisAmante
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