Lejana cercanía
La rutina de la amistad enmascarada me condena
Amor sempiterno sin muelle donde anclar,
Pasión celestial que no podré abdicar jamás,
La ilusión entre las manos que se escapa como arena,
Cerrando mis ojos para en ti no volver a pensar.
Pero tu nombre es inevitable adicción,
El fulgor de tus ojos hablantes consume mi sed,
Eres mi acucio y mi bella aliciente para escribir,
Pero tu cariño por mí no parece aún nacer,
Mientras mis sentidos están a cenizas de morir.
Será tal vez que muy cerca te tengo,
Cercano amor que a kilómetros de distancia estás,
Solo unos metros como rutas me separan de ti,
Y a veces puedo sentirte más cerca cuando te vas,
Pero en la distancia desapareces sin pensar en mí,
Te vas por los caminos sin recordar mi adios jamás.
Bebería el viento para conseguir tu mirada,
Guardaría tu alma en mis bolsillos por besarte,
Tu lejana cercanía ha creado en mí cierta soledad,
Aquella que no elijo cuando despierto por la mañana,
A un paso de tus labios y sin poder besarlos de verdad,
Mientras este abúlico corazón se siente desangrar.
Es como ascender al cielo y estar a diez centímetros de la luna,
No poder tocarte resistiendo a diario tu cercano perfume,
Soñando con desabrochar la hebilla que abraza tu cabello,
Me siento cerca de tu mirada pero cada vez estoy más lejos.
Me embarcaría en una balsa precaria rumbo a la nada,
Sin agua ni alimentos... solo apasionada ilusión,
Navegaría por abstrusos meses fríos con el alma enamorada,
Si me dijeses que en alguna isla de fantasía puedo hallar tu amor.
El fuego no hiere mi piel como tu ignorancia a mi razón,
Mi sonrisa yace en un viejo cajón olvidado de recuerdos,
Mi alegría es solo un rumor que se ha ahogado en latente dolor,
Las lágrimas se vuelven lóbrego vicio cuando de ti me acuerdo.
A metros de tu cuerpo y sin poder acariciarte,
A centímetros de tus labios sin poder sentirlos,
A orillas de tu perfume y sin poder beberlo,
La vida solo pasa y tan solo no puedo dejar de desearte.
Perdón he de pedirte si así lo necesitas,
Por favor no pienses que así podré subsistir mucho más,
Gracias a tu sonrisa para mí existe un mañana,
Sé que podría regalarte la primer brisa naciente de cada tarde,
Pero aunque me acerque y logre resistirme a tus labios,
Desde muy cerca, aún podré atisbar tu dulce y triste mirada lejana.
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