Opacas sensaciones tristes cuando te veo,
Rodeo delta de mil miradas que nada miran,
Súbete a la mar de mis labios cuando te siento,
Mas no reprimas tu querer miel en el quedirán sin tiempo.
El alba silencia al ocaso y es la luna que se apresura,
El nuevo día en harapos cual crisálida me sumerge a tu indiferencia,
Amor de petreles cristalinos en el lecho de la amistad que perdura,
Mientras mi corazón por la ciudad guarida denota ausencia.
Libre es el viento que tu cabello por la tarde envuelve,
Presos de tu pelo son mis ojos culpables de mirarte a diario,
Mis poemas testigos del amor que te susurro mientras llueve,
La coartada de la amistad fútil que arropa tu notario.
Así mi andar salado sin encontrarte en el ígneo papel se incendia,
La furia de mi sombra hecha hielo ya no deja huellas en la nada,
Aunque le agradezca a la vida, el amor no me pide aún perdón,
Mas este suplicio mío para con tus labios me hiere como espada,
Todo conduce mi heroína a desearte más y más sin razón.
Una vez tuve un sueño en el que deseaba ser feliz en el presente,
Era mi esfinge junto a la tuya sobre la arena esperando arrabales con carruseles,
Sueño del que no quería despertar sobre mi almohada ausente,
Bajo la noche nuestros labios festejando el fin del ayer con solo brindis de miradas,
Pues nuestros besos envejecían y ya no era ayer sino mañana.
Pero los sueños no siempre se vuelven realidad,
Las ilusiones son propuestas como garabatos del destino,
Pero tu boca es un sueño inalcanzable acarreando ilusiones de verdad,
Las madrugadas me desvelan para tararear tu olvido,
Aunque solo soy cosquillas de un amor por ti donde ya no hay caminos.
Aráñame el corazón y oblígame a olvidarte,
Pues a tus palabras obedezco mientras a mi corazón traiciono,
Corazón de roble tibio que no anhela abdicar tu recuerdo que arde,
Corazón que obliga a mis pupilas a callar el te amo que hoy añoro.
Deseo que seas mi amante inoportuna feudal entre velas en el infinito,
Mi sílfide dueña soberana del corazón más enamorado del mundo,
Mi selenita fugaz de la que pretendo solo un poquito,
Un rastro de cariño para que mi lóbrego corazón no pierda su rumbo.
Un viaje.... de sueños o real donde solo tú y yo riamos,
Olvidando tristezas, recordando el difunto futuro, inventando ilusiones,
Soledad acompañada de tus labios en pétalos de flor en verano,
Un paraíso soñado donde las únicas huellas sean las que nosotros dejamos.
Pero el frío en peldaños de hoy vertebra mi tristeza con tu ausencia,
Nada de ti me has dejado más que este corazón que sufre sin rumbo,
Huyamos del infierno que anega nuestras presencias,
Te llevaré a la esquina del infinito y al desamor despoblado y árido del mundo,
Donde florecen los ángeles y ya no existe el viernes del adios,
Te llevaré a la eternidad que elijas.... o a donde solo tú quieras dulce amor.
|