| Cuando el corazón siente la necesidad de acariciar los recuerdos,
 la soledad no escucha las súplicas del alma
 y hace lo imposible por retroceder el tiempo,
 porque no se resigna a olvidarte.
 
 Yo sé que la distancia me tiene delirando,
 y el no tenerte conmigo me hace esclava
 de este amor que jamás terminará.
 
 A veces me pregunto:
 ¿Por qué callaste corazón? No lo comprendo…
 Pasamos tanto tiempo juntos, y
 al final nos dimos cuenta que este amor fue de siempre.
 
 Cada instante
 junto a tu recuerdo es inigualable,
 es vivir en la brillantez eterna del firmamento.
 
 Pero si la nostalgia dejó en su esencia tu recuerdo
 el corazón aunque intente olvidarte no debe, no puede…
 
 Hoy sé que no es una locura quererte,
 es la dicha más grande, porque eres  todo,
 eres el sueño perfecto,
 eres el único amigo incondicional
 que con su amistad me enseñó a renacer,
 me regalaste esa luz divina que necesitaba,
 aunque muy tarde me di cuenta que te amaba.
 
 Porque cuando más quiero alejarte de mi pensamiento
 las súplicas del corazón
 no permiten que te arranque del alma.
 
 Cada instante me detiene tu recuerdo
 porque el pensar en ti no es suficiente.
 
 Tu presencia me hace falta,
 tanta falta que ocultarlo no puedo.
 No resistiré que el tiempo nos separe con la distancia,
 porque nunca nadie llenará el vacío que tu partida dejó.
 
 ¿Puedo aferrarme a seguirte queriendo?
 Sí, es innecesario tratar de olvidarte
 porque cuando quiero arrancarte del alma
 mis sentidos se ahogan en llanto, y
 mi corazón no soporta la distancia,
 esa distancia infinita que hoy nos separa.
 
 Quizá el tiempo y la distancia me permitan olvidarte,
 pero fue absurdo pensarlo,
 porque mi corazón ni siquiera lo intentaría.
 
 Necesito estar contigo,
 me hace falta tu presencia,
 me hace falta ese espíritu valeroso, me haces falta tú.
 
 Si me atreví a decir te amo,
 pues solo me queda decirte:
 te recordaré, te extrañaré,
 te soñaré, te necesitaré, y
 lo esencial te amaré por siempre y para siempre.
 
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