Tarde calurosa, las playas costeras abarrotadas de gente, chicos inflados de gimnasio bailando musica que solo hace pum-pum, y alli a pocos metros entre las solitarias piedras del acantilado se encontraba él, mirando al sol, de espaldas a lo que la gente común hacía, fumando lentamente y reflexionando sobre lo superfluo que es el mundo ...
Una mujer de unos 25 años le atrae con la mirada, el comienza a acalorarse por el sol y por los pechos redondeados y excitantes de la joven, de quien solo se escuchan palabras vacias mientras se hunta crema y dialoga con su amiga ...
Él con aires de revoluciones, con compañera de camino, y anti-etetico queda paralizado por la escultura de todo lo contrarios a su propototipo de mujer, ni era de cultura revolucionaria, tampoco fumaba y solo bebia agua mineral al ritmo que el pum-pum hacia mover sus suaves y excitantes curvas.
Cada tarde hasta que ella dejo de ir, ocupaba la misma piedra, pensaba en sus aires de victoria, y al escuchar el potente ruido de la musica miraba fijamente hasta que apareciera. Sólo una vez la vio, solo esa vez dudó de sus convicciones, de su mundo, pero no quiso confundirse mas, corto su hierba, armo su cigarro, y se fue por lo bajo silbando al ritmo del pum-pum Hasta Siempre Comandante ...