krisna, sepa disculpar mi falta de estudios, mi ignorancia, y mi incapacidad de retener nombres propios, podria yo estudiar pero no tengo tiempo hoy. quiero que nos encontremos en un bar, una pizzeria, o si lo prefiere en un vegetariano libre, figureselo, estare alli, fiel. no me interesan por el momento las cuestiones culinarias, no son el motivo de mi sita, ni las costumbres diferentes de nuestras culturas. quisiera pedirle, en esta reunion que extraconvoco para hoy, si a de ser posible claro esta, que se una a nuestra mision, que ya corre como regero de polvora en estos confines, y que pretende abarcar todo el planeta, o mejor dicho a todos los humanos que lo habitamos. hablo en plural porque me acompañan espiritus, que acaso sean parte de usted mismo, y que ya trabajan con ainco sobre este objetivo. asi como existe el infierno, carcel de los pecadores que en vida estamparon sus garras de ienas en la sociedad, hay un lugar en nuestra anatomia, que si se hiere, es como una llave que abre el patio trasero de san quintin. se encuentra arribita de la campanita, en la cueva del diablo diria. no hace falta mucho mas para lastimarse que una porcion de fritas pelando aceite, y un apetito parecido al hambre. he observado con atencion, la influencia que su espiritu ejerce sobre la carne vacuna, no quisiera mortificarlo con esto, pero me refiero a las sabrosas parrilladas que adornan nuestras mesas, cambian de colores como un camaleon, con solo mensionar su nombre. vaya poder. tengo la sigiente idea: usted debera ubicar sus poderes en el lugar de la herida, asi como un chofer de camiones estaciona con habilidad en lugares imposibles, usted debera situarse en la herida, con esa capacidad de transformar la carne vacuna, trocara las nuestras propias. con solo que cambie de color sera suficiente. el resto de la tarea lo completaran, jesus y maria, mahoma y el buda, y supeman que depositara un sicatrisante picante como una criptonita simbolica(la verdadera le hace mal) anque sabrosa.