El Conflicto
Es un relato sencillo, con desarrollo complejo
¿Dónde está la solución?. En el libro que más quiero.
-Cócora por la lluvia, don Nicasio Sanhueza, mirò al cielo y vio al espavaràn que se elevaba en un ángulo abstruso, perdiéndose al momento. Lo conversado con su hermano, le causaba grima, lo hacia hesitar, sintiendo higa, pero a la vez, sabiendo que seria motivo de befa por parte de sus compatricios.
-Que un belitre, que solo se destacaba por su galbana, mediante el escolio, dijera filfas y lo tratara como carraca en el hebdomario local, le hacia sentir un gusto acedo en la garganta. Saberse mezclado en algo adocenado y que cualquier exegeta, lo pusiera en boca de todos, lo descontrolaba. Le daban ganas de provocar una fullona. El pollino mientras tanto, continuaba al paso, sin necesidad que nadie le indicara la vereda a seguir, ni el destino a donde llegar. Cada tanto levantaba la cola y sin detenerse tiraba fimo.
Nicasio, sabía que intentar una jeremiada, era inútil, por lo que se puso a pensar, a encobar como preparar una fisga. Pero tenía que ser algo acerbo, que le sirviera de escarmiento a ese aleve y así lograr que se fuera para siempre de la región. De pronto algo vino a su mente. S¡. Eso sería un buen cimbel. Pero necesitaría la colaboración de Asdrúbal, el ayudante de don Nicodemes el boticario. Que por boquirrubio, había perdido bienandanza creyendo un calote, sufriendo por la camana de sus amigos. Y el culpable de esa machada también era el tinterillo llamado Sinforoso.
El patán, destinatario de tanto encono, era camuero, heliogábalo y su lardo aparecía en sus mofletes donde se desbordaba. Se había aprovechado del catecúmeno de Asdrúbal, y en combinación con Filomena, que lo ayudó en armar una chanza, convenciendo al muchacho con caroca, y que abusando de su longanimidad, lo invitó al hórreo solitario, diciendo que lo amaba con pasión. Y así con esa filfa, entusiasmarlo y después de un largo bureo, donde el pobre cernícalo lo creyó todo, hasta un bodorrio con cendal, con una actitud de inanía y ludibrio, corrió y saltó, como un acridio y el ruido de su risa se perdió en la calígine.
- El paso lento del solípedo, amodorró a Nicasio. Se fueron acercando al cruce del camino en la entrada del poblado. De pronto, ante una reacción del animal, que aminoró el paso, se espabiló y vio una figura que también sorprendido, se había detenido y quería girar en cercén, para huir. Era Sinforoso. La ira invadió al jinete, que ofendido, sin dudar desenvainó la FACA, taloneó al cuadrúpedo que arrancó con un trote que pronto se transformó en pesado galope, ya que por su edad, no estaba en condiciones de realizar acciones rápidas, mientras que de la boca del hombre, salían gritos destemplados: carlanga, camuero, bizma, fimo, huero. Evidentemente quería armar una guirigay. El ínclito caballero, agitó la grímpola del honor y todo fue liorna.
- Hogaño se comenta lo sucedido al pillo, que después de haber actuado con inverecundia, que llegó a inficionar a una muchacha, para que lo ayudara, salió corriendo. Dicen que lo vieron pasar por la puerta del condado. No se sabe hacia donde, pero si, muy apurado.
fin
Huecú, Neneo Coirón |