COMO AMAESTRAR A TU PAREJA: MEMORIAS DE UN HOMBRE DOMESTICADO.

Mucho se ha dicho sobre las relaciones de pareja y estoy seguro que mas de una persona se llegó a creer que existe la equidad y se trata de construir un equilibrio donde los dos crezcan, para aquellos que lo creen es mejor que no continúen leyendo porque lo que acá queda consignado es la cruda realidad de la subyugación del inocente hombre ante las maniobras frías y calculadas de la mujer.

LA MEMORIA…

Van a tener que perdonarme si acaso tengo fallas cronológicas pero parte de la estratagema de la mujer es efectuar un lavado cerebral que incluye borrar cualquier recuerdo anterior a ella, esto con una de las frases que voy a ir entregándoles a mis compañeros congéneres para que estén alerta ante el embate femenino: “¿MI AMOR, ANTES DE TI JAMAS FUI TAN FELIZ Y TU?”. No piensen que esta es una pregunta, muy por el contrario es una afirmación que desemboca en la inevitable pérdida de la memoria pues cualquier cosa contraria te lleva a una cascada de explicaciones, de excusas en un conflicto donde en mi caso mi recuerdo más feliz era mi triciclo de dos añitos el cual tuvo que archivarse en el olvido.

EL PRIMER BESO…

Van a tener que acostumbrarse a tener muchos “PRIMER”, yo antes jamás tuve “PRIMER” nada, solo tenía un balón, una bicicleta, un helado, una camisa, etc. Pero la mujer tiene el cromosoma del inventario, así que para ella todo tiene un principio e inevitablemente un final, por eso cuando me besó ocurrió el PRIMER BESO en medio de mi inocencia casi infantil, solo disfrute de sus labios que como pétalos de rosa me dejaron beber de su rocío, me embriagué en su licor y me dejé seducir por su aliento sobre mi rostro, es decir: la besé. Para mí fue magia y lo tengo que confesar, pero para ella bajó una hoja de cardes donde se registró: PRIMER BESO: FECHA 24 DE AGOSTO DE 1994, HORA 10:30 PM, MOTIVO: ESTUDIO PARA UN PARCIAL DE MATEMATICAS, DURACION: 10,36 segundos.

Mi Candidez como la de todos los hombres porque bien lo decía Jean Jacques Rousseau: “El Hombre nace bueno y la sociedad lo corrompe”, ¿A quien creen ustedes que se refería con eso de LA SOCIEDAD?, miren bien la palabra es de genero femenino y se refiere a quienes gobiernan el mundo, es decir: a las mujeres, pero no podía decirlo abiertamente porque el pobre también era casado. Entonces les decía que mi candidez masculina, no me permitió asimilar la magnitud aritmética del PRIMER BESO, porque en ese momento se dispara un cronometro que alerta en cada aniversario: semanal, mensual, anual, quinquenal,… La Mente calculadora de la mujer lleva todo a simples cifras, valores y fechas, como trofeos de cacería solo se necesita escuchar hablar de una relación de dominación donde colocan sus logros en el salón de galardones: EL PRIMER BESO, LA PRIMERA ROSA, LA PRIMERA VEZ, EL DIA QUE PIDIÓ MI MANO, EL DIA QUE CONOCIÓ MI MAMÁ, EL DIA QUE CONOCIÓ MIS MAMAS. Todo se convierte en el cumplimiento de un plan maquiavélico de programación hacia la dominación del alma; no me quejo porque después de un tiempo sé que cada día celebramos “ALGO”, no se qué exactamente y me he acostumbrado a ello, por eso entiendo cada amanecer como una fiesta de aniversario donde se conmemora la felicidad de tenerla a mi lado un día mas, por eso mientras abre sus ojos y se dispara su sistema de cronometro y cardes, solo le sonrío y le digo: FELIZ DIA MI AMOR, ella me mira y es feliz porque yo: ME ACORDE, su risa y la alegría de pensar lo detallista que soy es suficiente paga para mi.

EL HOMBRE SOLO PIENSA EN SEXO…

Después de una larga investigación que ha durado desde mi adolescencia hasta mi segunda adolescencia he encontrado que esta afirmación es totalmente cierta, pero lo que no se ha dicho es que somos víctimas de una conspiración anatómica y genital, resulta que el género masculino a diferencia del femenino donde su órgano principal se halla en la cabeza, protegido por el cráneo alejado del piso, salvaguardado por el resto del cuerpo, los machos en cambió somos dominados por el pene, que se halla a escasos centímetros del piso, que no tiene ningún hueso que lo proteja y que no tiene voluntad propia, por eso nosotros solo pensamos de la cintura para abajo y nuestra ingenua mirada siempre se dirige a la altura de la cadera, por eso cuando nos van agredir nuestro instinto nos hace cubrir nuestros genitales y para completar mujeres tienen el poder de la telequinesia y lo hacen levantar con solo pensarlo.

Para nosotros los hombres el sexo abarca el 100% de la relación, es mas, el 100% de nuestra vida, pero la confabulación femenina es hacernos creer que para ellas no, las mujeres piensas el mismo número de veces en el sexo la confirmación esta en su poder telequinético, no es que nosotros suframos 10 erecciones involuntarias diariamente es que las mujeres con su pensamiento lo hacen levantar ese mismo número de veces, pero luego lo niegan con una sonrisa que borra su pecado.

Pero la equivocación está en creer que todos los pensamiento sexuales conducen a inevitablemente a retozar en la cama, ¡los hombres somos mas que objetos sexuales y quiero que eso quede bien claro!; una mirada coqueta, el roce de la mano, una sonrisa, un silencio compartido que confiesa el cosquilleo en el estómago, una caricia furtiva, todo eso es parte de la relación sexual y es ese eterno preámbulo amatorio lo que nos hace sus felices esclavos.

COMO SE PESCA UN SALMÓN…

Aunque la metáfora parezca cruel, es totalmente cierta, para pescar un salmón que puede pesar mas de dos arrobas se necesita apretar mucho y ceder un poco, hasta que el animal termina fatigado y muere de cansancio, entonces el pescador extiende finalmente su red y lo recoge satisfecho, exactamente así opera una relación se debe ceder y apretar, lo que sucede es que el hombre es el que cede todo y la mujer es la que aprieta hasta el cansancio.

Se hace un pacto para abandonar las amistades que interfieren con la relación pero tiempo después nos damos cuenta que ella solo tuvo que aplazar sus reuniones de compras a cada mes con dos amigas, y a nosotros nos sacan del equipo de fútbol, el de básquetbol, la logia, el club y hasta ahora llevamos perdido casi 180 amigos.

Abandonamos la compra de elementos totalmente útiles y prácticos como: CD, Tenis, Juegos de destornilladores del número 1 al 15, herramienta para ebanistería de baja, media y alta gama, figuras de muñecos de acción, maquetas de trenes a escala, una guitarra, accesorios para el carro, rines de lujo, revistas porno, etc. Y las cambiamos por elementos absurdos como: estufas, licuadoras, lavadoras, nevera, muebles, entre otras locuras sin sentido.

Al final el pescador tiene argumentos arrolladores, ante los cuales el salmón no puede mas que ceder, argumentos como la practicidad, como la utilidad para la convivencia, como la inversión en el futuro, como la estética del hogar, pero sobre todo un par de hermosísimas tetas y unas nalgas que son toda una blasfemia.

Que puedo decir, soy un salmón feliz de que me recojan en la red, de salir de mi medio y si me han de llevar a la sartén bien vale la pena quemarme la piel por solo sentir el rose de sus labios al morder mi carne.

TODOS LOS HOMBRES SON IGUALES…

Quiero aclarar en este punto que el cliché de “TODOS LOS HOMBRES SON IGUALES” es irrefutable y totalmente CIERTO, pero la explicación es igualmente entendible: todos los hombres somos iguales porque “TODAS LAS MUJERES BUSCAN LO MISMO”, todas las mujeres son como hermosas marineras que quieren navegar mil océanos para encontrar el hogar que las ha estado esperando, por eso buscan un barco firme en el cual zarpar, uno que las proteja de los embates de las olas que las resguarde en su seno y las abrace en las noches de frío en medio del mar; buscan un mástil fuerte que aguante los golpes de la vida que sea capaz de mantenerse erguido a pesar de las adversidades, que pueda sonreír cuando tropiecen y que la tome de la mano al levantarse, unas velas amplias que se hinchen con el aliento del amor y que naveguen resueltas hacia puerto, sin importar que puerto, pero sobre todo buscan un barco tibio donde crear un hogar y recibir nuevas mujeres dominantes para preservar la especie, por eso estamos condenados dulcemente a ser barcos diseñados para amar, para proteger, para acompañar y para disfrutar la felicidad que no es un muelle para desembarcar sino que es el recorrido de toda la vida con la alegría de soñar en el puerto.