No pretendo pasar por la vida sin saber que está pasando, Tampoco pasarme la vida esperando respuesta para dar paso. Solo espero tener conciencia de cuanto quiero es lo que llega, Creo haber aprendido que entre el deseo y la realidad hay una gran diferencia. Si tan solo pudiese dejar de interrogar mi presente Respecto quién manda, las decisiones ó del azar. Dedicaría mi tiempo a crear mitos y ritos Para cambiar mi cable a tierra por un cable celestial. Cuanto descansaría Si estuviese resuelto el problema de la finalidad. Dejaría de sentir angustia Sobre los mil años más que nos quedan por andar. Y quizás cuantos años más pasarán La incertidumbre carcome mi mente y no me deja descansar. Si estuviera resuelto el problema de la finalidad. Dejaría de responsabilizarme por mi tiempo Para vivir como un individuo más. Tengo entonces que renunciar a mi conciencia para encontrar la felicidad? Deberé creer en las energías positivas y negativas? O adoptar un querubín? O quizás volver al primitivismo o bailar al compás del tecnotribalismo? O debo creer en algún dios que ande por allí? Mi condena personal más que saber en qué estación voy a bajar Es no ver mapa ni camino por donde transitar. Pues en esta época de eufemismos Ni el hombre se atreve a hablar de humanismo, La guerra habla en nombre de la paz La riqueza en nombre del hambre Tal vez haya quien consulte a un cabalista por nuestro destino, Lo que es yo, ante la carencia de mapa y camino Me arrimo a la ciencia, a la crítica y al escepticismo. Y si nos alcanza el tiempo, por supuesto al socialismo.