Inicio / Cuenteros Locales / SantosVega / Mascotas
La niña, entusiasmada con el movimiento de la cinta negra irregular se agachó y con un ojo casi tocando el suelo, observó el tumulto de hormigas que salían y entraban por la boca del agujero. Reía si alguna se inclinaba o caía a causa de la carga.
En su habitación tenía una botella de boca grande, en el que cientos de hormigas formaban una masa compacta y palpitante.
Esa noche, cuando los golpes secos, los llantos y gemidos le llegaron desde la habitación de sus padres, metió un dedo en el recipiente para acariciar a sus mascotas y machacó hojas tiernas para introducirlas en la botella. Terminó la tarea después que el silencio se adueñó de la casa.
Miles de patas y cientos de ojos la acompañaron. Descansó cobijada en un pliegue de la reina. Cuando despertó no tenía lágrimas.
|
Texto agregado el 17-02-2005, y leído por 129
visitantes. (2 votos)
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login
|