Ella me espera, tras su ventana engalanada
su piel blanca y tersa aguarda serena para que
deposite mis fantasías y acune mis mejores sueños
es frágil y rebelde, a veces se evade pero la regreso
a punta de invocaciones táctiles que la estremecen,
camina en puntillas, tatúo sus alburas, la dibujo
me estremezco al verla desnuda y complaciente y
la repleto de requiebros, de proposiciones, le canto
le traspaso mis fragores, mis dulzuras, mis angustias
ella aguarda silente y frágil, como una luna acotada
detrás de su perpetua mirada ensoñadora, femenina
desplegada en éxtasis de albos velos que surgen
extasiando mi instinto que provoca cosquillas en
sus pechos arrogantes, la beso con la mirada y entro
siempre entro tras cada frase convocada, refutada
o aceptada por su boca pálida que calla y se deja hacer
y la beso y la multiplico en millares de estrellas que
brillan y refulgen como diminutas partículas
espera paciente que mi desenfreno se acabe y cuando
sonrío complacido, estampo en su rostro de nieve
la obra dictada por mi mente desbocada y guardo
con un golpe de uno de mis dedos ese instante
para que lo atesore en su piel complaciente,
página Word, me ha dejado hacer tanto y siempre
me aguarda en silencio, sin reproches, muda y estática…
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