Cuando en la compañía donde trabajo vendieron un sistema de Proceso de Imágenes a Producciones Argentinas S.A., el indicado para instalarlo era yo, hablo español, conozco Buenos Aires y tenia deseos de visitar a un par de amigas virtuales que residen en la ciudad, conocidas a través del Internet, a las que tiempo atrás les envié el siguiente cuento.
Invierno de 1961
♪♪
A las cinco por Florida muy bien vestida pasa Isabel
su silueta distinguida es preferida como la miel
pues no hay hombre que al mirarla
no se empeñe en conquistarla
pero nadie ha conseguido
ser preferido por Isabel. ♪♪
Tango Argentino, más viejo que yo.
Deja tranquilo al ratón, tengamos una tertulia virtual déjame contarte esta historia verídica, que sucedió a la vuelta de tu esquina; esta completamente basada en mi memoria; sucedió hace 42 años, suplico tu indulgencia si fallo en algunos detalles; pero en esto de la memoria sucede lo mismo que con tus viejas fotos, que primero se vuelven sepia y después empiezan a desvanecerse, hasta que un día las encuentras en el fondo de un cajón, las miras y piensas a este tipo lo conozco, pero no estoy seguro quien mierda es.
El Hotel quedaba en la esquina de Florida y Tucumán.
El tipo de IBM que me había esperado en Ezeiza, me ayudo a recoger mis maletas y las metió a su carro, con el consabido conversar trivial que no dice nada, matamos el tiempo del trayecto a Buenos Aires, me dejo en la puerta del Hotel Susset, me entrego un sobre y me dijo nos vemos mañana --- no lo volví a ver; edificio de seis pisos, bien céntrico, en la esquina de Florida, escaparates, gente caminando sin prisa mirando vidrieras, el Botones cargo mis maletas; viniendo de Lima, Buenos Aires parecía grande.
Mañana empezaban las clases, había venido a estudiar el primer Computador Transistorizado que IBM exportaba a Latino América, no tenia idea de lo que vendría.
Ya en mi cuarto, abrí el sobre, adentro mil dólares en billetes, y una nota que explicaba que el dinero era para comer, todos los otros gastos serian cubiertos directamente por la compañía. En el Perú, me habían dado otros mil, mas mi propio dinero; en pocas palabras me encontraba en Buenos Aires con casi 12,000 pesos Argentinos solo para comer un mes.
Era un magnate; para que tengas una idea del tiempo transcurrido, tu tenias solo once años, posiblemente te haya visto sin notarte un par de veces, una con tu guarda polvo blanco, cruzando la Avenida Corrientes o fue en la Plaza de Mayo y la otra, una tarde en la Estación Retiro frente a la Torre de los Ingleses, cuando yo regresaba de Olivos, y creo que tu ni te enteraste hasta mucho tiempo después, que esa noche los milicos le metieron tractores y clausuraron para siempre el Parque Japonés.
El horario de trabajo era brutal, porque teníamos un solo Computador para trabajo y estudio las clases eran desde 5 de la tarde (17:00 hora Argentina) hasta la una de la madrugada, como podrás comprender mi vida se hizo un quilombo; acostarse a las dos de la mañana para levantarse después de las diez, una ducha, afeitarse y corre a Lavalle El Palacio de las Papas Fritas por un bife de chorizo (en el bife de lomo la carne lloraba sangre cuando la cortabas) y si ya estabas allí, un cinematógrafo para matar el tiempo hasta las 16:00 (llegué a ver muy buenas películas), la rutina era aceptable para los días laborables; el problema era Sábados y Domingos.
Trate comer arroz con pescaditos en la Boca, pasear arriba y abajo por el caminito donde ya habían muerto las Madre Selvas, una noche en los Barracones del Puerto solo me dejo un sabor amargo, y el recuerdo de un intento fallido con una galleguita que cantaba y bailaba Andaluz y que resulto insobornable a pesar de sus zapatos rotos y su vestido deshilachado; comer asado con cuero fue interesante y pintoresco el malambo con el gaucho que se lucia en el zapateo, la cepillada, el repique y los floreos fue genial.
Algunas otras noches en El Argentino o en el Maipú viendo minas mostrar el cuero, solo empeoraron la situación; yo tenia 23 años, me consideraba un tipo bien plantado, decían mis amigas (siempre mis mejores amigas fueron mis amantes) que yo era un hombre interesante, con dinero ajeno en el bolsillo, era todo lo contrario a lo que dice la canción ”con este tipo y sin dinero, ¿Quién me va a querer a mi?”, intente el ambiente de Confiterías pero se me hizo difícil entender la prosopopeya, las chicas (y grandes) todas sentadas junto a una pared y los tipos parados; pegados a la otra, se intercambiaban signos esotéricos con las manos o los ojos, de repente una mina se paraba y el tipo andaba hacia ella como quien le hace un favor y danzaban, yo como todo un caballero me acerque a una chica de medio ver y…
- ¿Me concede esta pieza? le dije.
- ¡NO! me contesto.
Con eso termino mi experiencia en las confiterías, como no conocía a nadie en la ciudad mi vida trascurría entre Almorzar casi todos los días en el ‘Palacio’, los otros los alternaba entre un Restaurante Chino cerca al Hotel Plaza, un gallego ”El Pulpo” donde servían muy exquisito fruto del mar y uno Alemán o Húngaro cerca de Corrientes donde hacían un excelente bife Romanoff.
El ascensorista del Hotel me ofreció una Uruguaya por mil pesos, pero nunca he pagado por amor, al menos directamente, en el fondo todo amor tiene un precio que lo paga el o ella muchas veces sin saber.
Conocí Plaza de Mayo, el Obelisco, la Avenida 9 de Julio (me extasiaba en las pequeñas tiendas que habían en el túnel que pasaba por debajo), ¿Existen todavía?, La Casa Rosada, me fue imposible encontrar el Viejo Almacén en el Paseo Colon, tome Mate sin azúcar solo en mi habitación, hasta que un Sábado, casi una semana antes de terminar el curso, me encontré con un tipo que conocí en el Perú, el trabajaba es ese entonces en la IBM Argentina pero había sido despedido por pechador, la clase de maquiavelo que inspiro a Enrique Santos Discépolo ’el que vive de las minas’ pero este encuentro cambio mi perspectiva, el me introduzco a Le Rue, un club Nocturno casi al final de Lavalle, media luz, mesitas junto a la pared, whisky Scotch hecho en Avellaneda, ilusiones compradas y vendidas, Tango... e Isabel; ella merecería una pagina aparte, pero tu sabes en el Internet esto no es de buen ver.
Nos sentamos en una mesa, a beber whisky, el gil que atendía el bar y que era algo así como administrador, dueño o que se yo del negocio; se acerco a nuestra mesa con un azafate, con las copas y una botella de licor, sirvió en frente de nosotros dos copas, y se marchó, Isabel y yo escuchábamos Tangos, conversábamos y bebíamos (el mozo regresaba de vez en cuando a repetir la rutina), ella alentaba mis ataques pero los frenaba cuando la cosa se ponía candente, dando a entender que el próximo tal vez seria mejor recibido; como a cinco de la mañana cerraba el local, yo estaba totalmente en curda y ella como si nada, tuve que tomar un Taxi para ir al Hotel.
El Domingo amanecí como a las tres de la tarde, sentía la boca como en carne viva, y amarga, el whisky de Avellaneda era como veneno, camine hasta el Restaurante Chino y comí algo ligero, ese día no funcionaba Le Rue.
El Lunes al terminar la clase camine al Club Nocturno, no quedaba muy lejos de la Oficina, Isabel parecía estar esperándome como si yo fuera el único hombre sobre la tierra, conversamos parecía no tener historia, era amable, jovial, asequible, pero conocía su limite, te lo hacía saber y no te dejaba pasarte, en un descuido metí el dedo en su copa y la probé.
- Dile que le pongan Azúcar, el te amargo sabe mal. le dije.
- Si estuviera bebiendo ese veneno todas las noches ya tendría el hígado destrozado. Me contesto como explicando, como asustada.
- No te preocupes, yo no vengo a emborracharte, solo a estar contigo.
Llamamos al que servia y le pedí que me sirviera te a mi también y que me cobrara por whisky, el acepto.
A partir de ese día fui un asiduo concurrente, salía de estudiar y caminaba asía Isabel, nos sentábamos en una mesa, bebíamos te, el gil que atendía el bar se acercaba a nuestra mesa con un azafate, con las copas y una botella de licor, servia en frente de nosotros dos copas y se iba, nosotros nos tomábamos el te, conversábamos y yo intentaba y ella se defendía cada vez mas débilmente, me hice amigo de todas las minas del negocio, pero solo estaba con Isabel.
Hasta que llego el Viernes, ese día fue la clausura del Curso, una ceremonia en el Hotel Plaza con muy buena comida que duro hasta las 5 de la tarde, 17.00 hora argentina tu sabes.
Ese día fui temprano a despedirme de Isabel, mi vuelo de retorno era el Lunes en la mañana, me pareció que Isabel me iba a extrañar realmente, hasta me contó su verdadero nombre y la historia siempre igual, de la virginidad perdida con un vividor y la necesidad de trabajar para mantener al fruto del pecado y lo difícil que había sido no caer en tentación de ir a la cama conmigo, tu sabes la persona mas fácil de engañar eres tu mismo, quise creer y creí.
Como a las tres de la madrugada, en el local solo quedamos las minas, el gil y yo.
- ¿Cuanto crees que vendas hasta las 5 de la mañana? Pregunte al gil.
- Unos mil pesos. Me contesto.
- Cierra el negocio, como despedida nos bebemos entre todos esos mil pesos. Le propuse.
El acepto, empezamos a beber en la barra todos juntos, me enseño el truco de cómo servirte Whisky y que tu tomes te (no te lo voy a decir), Isabel se sentía como la dueña del cumpleaños, al despedirnos me dijo.
- Esperame a las 10 de la mañana en la puerta del Hotel, yo paso a recogerte en el Peugeot, y nos vamos al Delta del Tigre, es precioso, pasamos el día allí dormimos en un hostal y regresamos tarde el Domingo, esto es mi regalo de despedida.
Al día siguiente, recién bañado, afeitado y perfumado, luciendo una remera nueva me plante en la puerta del Hotel a las nueve y treinta de la mañana.
La sigo esperando.
♪♪
Erano i giorni dell'arcobaleno,
finito l'inverno tornava il sereno
e tu con negli occhi la luna e le stelle
sentivi una mano sfiorar la tua pelle. ♪♪
Verano o Invierno del 2003
♪♪
Sola, fané descangayada,
la vi esta madrugada
salir de un cabaret;
flaca, dos cuartas de cogote,
y una percha en el escote
bajo la nuez.
Chueca, vestida de pebeta,
teñida y coqueteando
su desnudez...
Parecía un gallo desplumao,
mostrando al compadrear
el cuero picoteao...
yo que se cuando no aguanto mas,
al verla así rajé,
pa' no llorar... ♪♪
Enrique Santos Discépolo, 1927
Al despegar del aeropuerto Dallas de Washington DC, Estados Unidos era verano, hacia un calor de 32 grados centígrados con 50% humedad....
Al aterrizar en Ezeiza, Argentina era invierno, hacia un frío de 6 grados centígrados, la humedad era de 60%, por esa vaina de la línea ecuatorial, los meridianos y la mar en coche, no sabia como llamar esta historia.
Laly mi mujer y yo viajábamos a Buenos Aires, Argentina por un par de días, yo a instalar un sistema de computación y ella para pasear, íbamos a intentar una quinta o sexta luna de miel, porque la cuarta (o quinta ya perdí la cuenta) fue en el Piano di Sorrento donde además comí el mejor rissoto alla pescatore de mi vida, porque la mejor Pizza alla pescatore fue en Nápoles (comiendo mariscos todo el día, para mejorar mi rendimiento ) donde al salir del ristorante al cruzar la Piazza Garibaldi tuve que hacerle el italianisimo gesto con el brazo y “va fan culo” a un conductor exasperado por que cruzamos en frente de su Fiat, hasta el día de hoy con Laly celebramos ese incidente en particular y todo el viaje en general donde alquilamos un Renault en Paris, frente al Campo de Marte y lo devolvimos tres semanas mas tarde en el Aeropuerto Fiumicino de Roma, perdimos en la Ruleta en Monte Carlo y San Remo, el mejor Prosciutto cotto en Parma, donde el Hotel tenia el cuarto de baño mas grande que el dormitorio, las palomas en la Piazza San Marco casi se comen a Laly cuando se acabo el maíz, Padova nuestra ciudad natal (Laly nació diecisiete años mas tarde que yo, pero predestinada a dormir conmigo), bellísima... la ciudad vieja rodeada por una metrópoli moderna de concreto, los mejores gnocchi a la Sorretina en Bologna (en Sorrento no fueron tan buenos), la frustración de no conseguir Panettones en Peruggia mezclada con la belleza de la ciudad vieja y su escalera mecánica, cruzar il Ponte Vecchio en Firenze y extasiarse con las obras de Miguel Ángel, la península Sorrentina y por ultimo Roma ( los peores gnocchi a la Sorretina en Via Venetto, mi Laly no comio otra cosa en toda Italia), ciudad eterna y volver a casa, después de tirar tres monedas en la Fontana di Trevi, para asegurar que volveríamos, algún día lo contare en detalle.
Ezeiza 9:35 am, vuelo 855 de United Airlines, hace catorce horas empezó el viaje, aduana, inmigración, el pasaporte Americano abre todas las puertas; a las diez de la mañana un taxi a Buenos Aires; Grand Hotel ****, Tucumán 570 esquina con Florida, se llamaba Hotel Susset en el Invierno de 1961.
Luego de registrarnos, llame por teléfono a la Compañía para coordinar la instalación del sistema, los técnicos Argentinos habían ya instalado y probado el sistema, todo estaba en regla y no me necesitaban, mañana Viernes iría para la ultima prueba, firmar los papeles y terminar el incidente; estábamos sueltos en Buenos Aires, decidimos recorrer mis pasos del Invierno de 1961, la acción comenzaría esa noche, usando el Internet Café del hotel, le envié un e-Mail por cierto inesperado a la Licenciada Herminia Soracco, escritora prolifera y mejor amiga, dándole la sorpresa y contándole donde estaba; después nos fuimos descansar.
Como a la 17:00 el teléfono, Herminia estaba el la Recepción del Hotel mientras Laly se acicalaba, me adelante para no hacer esperar a mi amiga virtual.
Al llegar a Recepción, busque con la mirada a una señora cincuentona y no pude encontrarla.
- ¡Tigre…. Arturo!
Me volteo a ver quien llama y me encuentro con una bella mujer, yo diría en los cuarenta y tantos, bianca come il latte, cabello corto castaño con reflejos dorados, ojos azules, poco maquillaje, de buen cuerpo, zapatos negros de tacón alto, vestida recatadamente…. pero definitivamente el tipo de mujer que tu sigues con la mirada cuando pasa, si la hubiera conocido antes de conocer a la flaca… ¡No se salva!.
- Herminia que gusto de conocerte. beso en el cachete, apretón de manos y abrazo todo esto real, por todos los que nos hemos dado virtualmente.
- Hable con Gabrielly, debe llegar en cualquier momento, nos va a acompañar a la noche, esta de muy buen genio, aparentemente no esta con “La regla” y Laly… ¿Dónde esta?
- Esta peinándose y todas esas cosas que ustedes las mujeres hacen para lucir hermosas.
- ¿Cuanto tiempo te quedas?
- Regreso el Sábado, tenemos que hacer todo como lo hace el gallo, rapidito.
En eso aparece mi flaca, radiante como siempre (o será que eso que llaman amor te hace ver el interior de las personas), las presentaciones formales, aviso en la recepción de que estamos en el bar, esperando a Gaby, tomamos un café….
- Ahí llega Gabriela.
Me volteo y casi me caigo de la silla, debe ser el agua que toman las mujeres en Venezuela, ahora comprendo por que ellas son las que mas veces han ganado el titulo de Miss Universo, realmente despampanante, alta 38C, deliciosamente vestida, un bombón azucarado, que si la conozco antes, le hago olvidar al Danielito ese y la meto a mi harem.
Doy gracias al cielo que vine con la flaca, por que como todo Tigre (en el zodiaco Chino) que se respeta, soy cazador por instinto, claro que a los sesenta y cinco años solo hago amagos de ataque, pero nunca la guerra, soy como ese viejo gato que mata al canario, pero no se lo come.... porque no tiene hambre.... ni dientes; y después de todo no es buen negocio cambiar una buena amiga por una mala amante.
Luego de las presentaciones, y hablar mucho de todo, sin decir nada especifico y beber café.
- Bueno chicas, que les parece si vamos por un bife al Palacio de las Papas Fritas…. si me lo permiten, me gustaría recorrer mis pasos (como dicen que hacen los que van a morir, mi hijo me pidió que lo hiciera en “En Paz” y realmente lo deseaba) y volver a vivir lo que paso en el “Invierno de 1961” Dije yo.
Sin objeciones…. Voy al Palacio con tres reinas.
No se como lo hacen, de repente inflan las papas una por una (como a un neumático), lo cierto es que cada una de las papas fritas tienen una bolsa de aire que explota cuando la muerdes; Vino de Rioja…. tinto va bien con carnes, el mozo quería matar a Laly cuando ella pidió que cocinaran mas el bife de lomo, ella no soporta a la vaca llorando cuando la cortas, le trajeron un pedazo de carbón y ella feliz, Herminia y Gabriela, locuaces y encantadoras, una cena perfecta, a los postres llego la desunión, la flaca quería tiramisu y ellas no recuerdo si Dulce de Leche o que se yo, cada uno pidió lo que quiso y luego, noche de Tango.
Tango, que me hiciste mal y sin embargo te quiero
Herminia conocía un guarique en la esquina de Independencia con Dean Funes, en la cartelera un anuncio, Esta noche Oscar del Priore, el nuevo Zorzal Criollo… era un bar muy viejo, con amplias sillas “thonet” de brazos acolchados y mesas redondas de Mármol oscurecido por el tiempo sobre patas de hierro y una larga barra de madera oscura, roble tal vez… En la esquina el Falluto imitando a Gardel, pero como Carlitos no hubo… ni habrá (si cada día canta mejor), un bandoneón y un guitarrista flaco, con el Lengue alrededor del cuello, peinado con gomina, el bigote oscurecido con corcho chamuscado; parecía un Chorro arrancado del malevaje.
♪♪
Por una cabeza de un noble potrillo
que justo en la raya afloja al llegar
y que al regresar parece decir:
No olvides, hermano, vos sabés que no hay que jugar...
Por una cabeza, metejón de un día,
de aquella coqueta y risueña mujer
que al jurar sonriendo, el amor que está mintiendo,
quema en una hoguera todo mi querer.♪♪
Cantado en un estilo muy viejo, tal como lo hacia Gardel.
- Como ha progresado este Farrista, era acomodador del Cine Unión, el que queda cerca del Sindicato Unión de Tranviarios Automotor, un día en curda se puso a cantar y lo escucho un copetudo, le gusto como imitaba a Gardel, lo ayudo y mírenlo ahora. Dijo Herminia.
Pedimos ginebra, viendo las parejas dibujando en la pista de baile, gozando plenamente esta noche de Tango matrero.
♪♪
Uno busca lleno de esperanzas
el camino que los sueños
prometieron a sus ansias...
Sabe que la lucha es cruel y es mucha
pero lucha y se desangra
por la fe que lo empecina.
Uno va arrastrándose entre espinas
y en su afán de dar su amor...
Sufre y se destroza hasta entender,
que uno se quedo sin corazón...
Precio de castigo que uno entrega
por un beso que no llega
o un amor que lo engaño,
vació ya de amar y de llorar
tanta traición...♪♪
Por supuesto de Discepolo.
- Ese que esta entrando es mi cliente, Ricardo es Gerente del club de fútbol Huracán, lo estoy asesorando en el proceso de formación de imagen del club, ahora que salio campeón, quiere capitalizar el titulo atrayendo nuevos socios, un tipo rana, todo corazón, ama la camiseta del club, empezó desde abajo y subió hasta el tope. Dijo Herminia.
- Y viene con una mina! Dije yo al verlo acompañado de una mujer interesante, como de mi edad, pero vestida de manera juvenil, bien acicalada…. en cierto modo casi hermosa, con facha de estar orgullosa de su compañía.
- Calla que te puede oír, es su madre…. Ella lo crió sola, en la época que era una estigma ser madre soltera, ella laburó fuerte para pagarle los estudios, y la carrera, el la adora y ella es muy buena mujer, la conozco de hace años. Dijo Herminia.
- Por que no lo invitas a la mesa. Sugerí yo.
Herminia pasó la voz, invitándolos a aproximarse, vinieron…. Presentaciones con estrechada de mano.
- Arturo, tanto gusto. Mi esposa Liliana.
- Ricardo, el placer es mío; Margarita mi madre.
- Gabriela, da gusto conocer amigos de Herminia.
Pedimos sillas, se sentaron, Ricardo tenía una muy vasta cultura, tipo inteligente y agradable, hablamos de casi todo, de Buenos Aires, de Italia, del Fútbol y del Tango.
- En Estados Unidos no están haciendo jugadores de fútbol. Me dijo.
- En Estados Unidos los compramos hechos. Le respondí.
♪♪
Milonga pa' recordarte
milonga sentimental,
otros se quejan llorando,
yo canto pa' no llorar.
Tu amor se secó de golpe,
nunca dijiste por qué.
Yo me consuelo pensando
que fue traición de mujer.♪♪
Ricardo y Herminia se levantaron al unísono, parecería que habían usado el lenguaje esotérico de las confiterías (que yo nunca pude aprender) para pedir y conceder el baile y empezaron a sacarle viruta al piso, que bien escondido se lo tenia Herminia, bailaba como una profesional, yo saque a bailar a la flaca.
♪♪
La copa del alcohol hasta el final,
y en el final, tu niebla, bodegón...
Monótono y fatal
me envuelve el acordeón
con un vapor de tango que hace mal...
A ver, mujer!... Repite tu canción
con esa voz gangosa de metal,
que tiene olor a ron tu bata de percal,
y tiene gusto a miel tu corazón...
Una canción,
que me mate la tristeza,
que me duerma, que me aturda,
y en el frío de esta mesa,
vos y yo: los dos en curda...♪♪
Ricardo saco a bailar a Laly y yo aproveche para bailar con Gabriela, para mi la diferencia entre Tango y Bolero es solamente la manera como se cantan, porque yo los bailo igual, dos pasos a la derecha y dos a la izquierda, cuando era soltero (yo seguí siendo soltero hasta mi segundo matrimonio), hace ya muchas lunas, yo podía bailar el Bolero sobre un ladrillo sin caerme, el movimiento de pies era mínimo pero el torcer del cuerpo seguía la música, había descubierto que esa era la mejor manera de hacer sentir tus intenciones a la chica, me parece que a ellas les gustaba, con Gaby baile separados, para no caer en tentación…. Amen.
♪♪
Garufa!
Pucha que sos divertido.
Garufa!
vos sos un caso perdido.
Tu vieja...
dice que sos un bandido
porque supo que te vieron,
la otra noche
en el Parque Japonés... ♪♪
- Saben que yo estuve en Retiro frente a la Torre de los Ingleses, cuando los milicos le metieron tractores y clausuraron para siempre el Parque Japonés, era una noche de Agosto en 1961, noche fría 0 grados centígrados, 100% de humedad se respiraba hielo, yo regresaba de Olivos, me quede viendo el destrozo y después camine hasta el Hotel Susset. Dije yo.
- Me acuerdo que lo leí en Invierno de 1961…. ¿Eso fue antes o después de que descubriste Le Rue, el club Nocturno casi al final de Lavalle? - Pregunto Gabriela.
- Antes, después de descubrirlo pase casi todas las noches en el club.
Le conteste.
♪♪
Yo adivino el parpadeo
De las luces que a lo lejos,
Van marcando mi retorno. ♪♪
- A mi no me ha sacado a bailar usted señor. Me dijo Margarita, parándose de la silla.
- Será un verdadero placer. Dije yo, estirando mi mano.
- ¿Estuvo usted en Le Rue, en 1961?. Pregunto Margarita.
Sentí como una luz que se prende en mi memoria, Margarita se me hacia conocida, tenia que ser ella.
- ¿Entonces te llamaban Isabel?
- ¡Si!
- Que el mundo es un pañuelo….
- Me debes un paseo al Tigre!
- Te sigo esperando con tu Peugeot, en la puerta del Hotel.
♪♪
Son las mismas que alumbraron,
Con mis pálidos reflejos,
Hondas horas de dolor,
Y aunque no quise el regreso
Siempre se vuelve al primer amor. ♪♪
- No creo que estemos ahora para paseos al Tigre.
Era la misma Isabel de mis recuerdos, cuarenta años mas vieja, mas flaca, la cabellera cana, pero tenia un yo no se que, que la hacia bella, dulce y tierna. La vida no había pasado en vano para ella, pero se le veía satisfecha, segura de si misma.
Por mi parte, los años también habían dejado su huella, el Tango Mano a mano seria lo indicado.
♪♪
La vieja calle donde el eco dijo:
Tuya es su vida tuyo es su querer,
Bajo el burlón mirar de las estrellas
Que con indiferencia hoy me ven volver. ♪♪
- Ese Viernes…. ves que me acuerdo, todo vuelve a mi memoria, al llegar a casa en la madrugada, encontré a Ricardo con fiebre, le habían pegado el sarampión; por eso no pude estar en el Susset, lo siento….
- Pero eso me salvo, desde que tuve el incidente con el padre de Ricardo nunca mas me acosté con nadie, contigo estaba dispuesta a hacerlo y no me hubiera arrepentido.
♪♪
Volver
Con la frente marchita,
Las nieves del tiempo
Plantearon mi sien. ♪♪
- Te agradezco Isabel estas mentiras, que curan mi ego.
- No son mentiras, te lo juro.
- Líbrate de Mujer que jura y hombre que llora!
- Te creo Margarita, para mi siempre serás Isabel.
♪♪
Sentir,
Que es un soplo la vida,
Que veinte años no es nada,
Que es febril la mirada
Errante en las sobras
Te busca y te nombra ♪♪
No se lo dijimos a nadie, siempre será nuestro secreto.
Al día siguiente, Laly y Herminia la pasaron juntas, mientras yo terminaba la instalación que origino este viaje, he descubierto que Herminia también es Tigre (en el zodiaco Chino), no se que paso con Gaby, pero se que esta viva, acabo de leer un cuento erótico suyo en el Internet.
En la Noche Cenamos en El Pulpo, los hijos de los gallegos originales nos sirvieron una paella a la valenciana que no estuvo muy buena; la mejor Paella que nunca comí fue en La Gran Vía (cuando ya no se llamaba José Antonio), en Madrid cerca de la Puerta de Valladolid, con gambas, cerdo, pez, gallina y mejillones cocinada al horno por una murciélaga, la señora era de Murcia.
Hoy Domingo, llegamos al Dallas casi al medio día, en el vuelo 503 de United Airlines, es verano, hace un calor de 31 grados centígrados con 52% de humedad....
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