Andaba por una vereda sin pavimentar, mirando al suelo, como los días pasan en una tierra extraña, camina solo entre letras, evadiendo las balas de personas raras –voy a caerme de cara- parecía que pensaba en una mente que una vez dibujo en papel historias de personas normales, casi corrientes sin imaginar que se sumergía en la imaginación mas atorra divago un buen rato, lo sentaron sus ilusiones, casi pierde el conocimiento el sol lo agobiaba, casi en la normalidad un buen rato en la lona de tierra lo hizo se, una avalancha lo seguía, si que era una avalancha, el viento lo hizo volar hasta el riachuelo ese riachuelo apestaba, si que olía, y muy horrible, un ave en el cielo prendía la mecha de la esperanza en su mente abandonada –ya me salve carajo – y cruaj bala de desecho le cayo encima, los gigantes pasaban pero no le hacían caso, se perdían de su sabiduría, el manchado, oliendo, casi roto por el tiempo, contenía la ilusión de personas que el alumbraba, con la sabiduría de su vejes , era el tiempo su enemiga todo menos el olvido el soportaría ,casi pierde de nuevo el conocimiento pero de nuevo sus ilusiones lo sentaron, y el suelo lo hizo caminar casi el tiempo lo vence pero el igual, caminando se puso celoso del que estaba arriba ,si que se burlaba ,era uno de esos que decía como tener dinero como si fuera tan fácil eso solo se consigue con la misma chamba de uno , y ver a su doble le afecto demasiado pero sus ilusiones lo sostuvieron ,era ver la chamba partida en corazones de pirata , pero una voz lo sostuvo entre sus manos lo cogio suavemente era un gigante -por fin- pensó -alguien se dio cuenta de mi presencia – carajo esta sucio dijo el gigante –y casi siente el viento entre sus cuerpos blandos , lo había soltado al agua cayo sin ilusión permanente ,casi como las tías de la peluquería que quedan inconformes con el peinado ,echado en el suelo casi llora de alegría , de dolor, de pena ,el tirado no soporto la pena , casi se suicida con una tijera punta roma , pero sus ilusiones salvadoras lo cogieron de la mano lo retuvieron ,y no lo dejaron morir , pero ya el DIA se acaba y los gigantes salían de la chamba , de comer a todos , de beber y uno que otro ebrio orinaba en un árbol , pero el solo en una rama de paja se contenía , era sábado y yo en una tienda me recogí compre una galleta me la iba comiendo ,y por el suelo cocí a un sabio tirado al frente de una librería esas de Grau , en la alcantarilla , sucio quizás el librero lo boto por viejo , pero abría su cuerpo suavemente como doctor en morgue sucia , leía en una de sus letras ,su sabiduría astral ,”las personas son como higuera , crecen en todos lados , igual que yo”,lo cerré ,con mi trapo lo limpie busque en su cuerpo el tatuaje de su nombre al fin lo encontré y decía Julio Ramón Ribeiro, escritor peruano consagrado como cuentista , ja y no vi. ninguna parte al dueño y me lo lleve , en el camino decía el titulo de de su cabeza gallinazos sin plumas y otros cuentos , en mi casa lo lei y me contó de su DIA ... Andaba por una vereda sin pavimentar, mirando al suelo, como los días pasan en una tierra extraña, camina solo entre letras, evadiendo las balas de personas raras –voy a caerme de cara- parecía que pensaba en una mente que una vez dibujo en papel historias de personas normales, casi corrientes sin imaginar que se sumergía en la imaginación mas atorra divago un buen rato, lo sentaron sus ilusiones, casi pierde el conocimiento el sol lo agobiaba, casi en la normalidad un buen rato en la lona de tierra lo hizo se, una avalancha lo seguía, si que era una avalancha, el viento lo hizo volar hasta el riachuelo ese riachuelo apestaba, si que olía, y muy horrible, un ave en el cielo prendía la mecha de la esperanza en su mente abandonada –ya me salve carajo – y cruaj bala de desecho le cayo encima, los gigantes pasaban pero no le hacían caso, se perdían de su sabiduría, el manchado, oliendo, casi roto por el tiempo, contenía la ilusión de personas que el alumbraba, con la sabiduría de su vejes , era el tiempo su enemiga todo menos el olvido el soportaría ,casi pierde de nuevo el conocimiento pero de nuevo sus ilusiones lo sentaron, y el suelo lo hizo caminar casi el tiempo lo vence pero el igual, caminando se puso celoso del que estaba arriba ,si que se burlaba ,era uno de esos que decía como tener dinero como si fuera tan fácil eso solo se consigue con la misma chamba de uno , y ver a su doble le afecto demasiado pero sus ilusiones lo sostuvieron ,era ver la chamba partida en corazones de pirata , pero una voz lo sostuvo entre sus manos lo cogio suavemente era un gigante -por fin- pensó -alguien se dio cuenta de mi presencia – carajo esta sucio dijo el gigante –y casi siente el viento entre sus cuerpos blandos , lo había soltado al agua cayo sin ilusión permanente ,casi como las tías de la peluquería que quedan inconformes con el peinado ,echado en el suelo casi llora de alegría , de dolor, de pena ,el tirado no soporto la pena , casi se suicida con una tijera punta roma , pero sus ilusiones salvadoras lo cogieron de la mano lo retuvieron ,y no lo dejaron morir , pero ya el DIA se acaba y los gigantes salían de la chamba , de comer a todos , de beber y uno que otro ebrio orinaba en un árbol , pero el solo en una rama de paja se contenía , era sábado y yo en una tienda me recogí compre una galleta me la iba comiendo ,y por el suelo cocí a un sabio tirado al frente de una librería esas de Grau , en la alcantarilla , sucio quizás el librero lo boto por viejo , pero abría su cuerpo suavemente como doctor en morgue sucia , leía en una de sus letras ,su sabiduría astral ,”las personas son como higuera , crecen en todos lados , igual que yo”,lo cerré ,con mi trapo lo limpie busque en su cuerpo el tatuaje de su nombre al fin lo encontré y decía Julio Ramón Ribeiro, escritor peruano consagrado como cuentista , ja y no vi. ninguna parte al dueño y me lo lleve , en el camino decía el titulo de de su cabeza gallinazos sin plumas y otros cuentos , en mi casa lo lei y me contó de su DIA ...