El pescador tomò sus redes y lo siguiò
dejò todo,
casa
hermanos
la muerte y la vida
pero lo siguiò,
dònde està ahora su huella de arena,
dònde su red, dònde su castigo.
Pero èl lo siguiò
creyendo
volviendo una y otra vez al rincòn los corales
con un ojo en la frente y el otro atràs
indeciso ahora
despuès que la veleta se quebrò en llanto.
Texto agregado el 16-02-2005, y leído por 307
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