TU COMUNIDAD DE CUENTOS EN INTERNET
Noticias Foro Mesa Azul

Inicio / Cuenteros Locales / Selika / ¡Ya no más!

[C:86162]

¡Que más da! No siempre se gana y por lo menos esta vez sí que aprendí la lección y ¡se acabó! Pero,... ella era distinta, esa sonrisa no era artificial ni su mirada embustera. ¡No! Pero esta si que fue la última, ¡no más!. Hasta yo puedo aburrirme de ser un miserable e ingenuo mocoso (aunque la niñez se me haya escapado por la puerta de atrás hace siglos.), ¡y me harté!. ¡Ahora me perdió para siempre! Y se la heredo a ese inconsciente faldero al que arrastra de la mano como infante al kinder. Obviamente, a veces me acuerdo de algunas cosas buenas, que puedo decir... no sé... sus masajes, porque si que sabía como hacerlos, suavizarte, deshacerte y llevarte a levitar, volverte aire, trapo. mmm.... sí todavía los siento en mi dorso y en la nuca todavía percibo la humedad de su respiración.... ¡Ya!, ¡No se hable más!. Igual tengo mi orgullo y no iba a venir una niñita a complicarme, a hacerse la interesante con un hombre tan experimentado como yo... ¡qué me importa su amistad!, ¡que se la lleve al carajo!, como si yo fuera un conformista. ... y pensar que yo le enseñe a besar como una diosa, y a acariciar... sus manos eran tan suaves y frescas... bueno... verdaderamente una lástima, ¡pero me agoté!, ¡las cosas las acabo yo! ¡Claro! Cuando la conocí era ideal, le gustaba todo lo que a mí, era toda complacencia, para donde iba yo iba ella, era mi reflejo, mis sueños, mi sombra... ... y no obstante, sigue siendo mi sombra, mas hoy no a mi lado, sino sobre mi, como cuando el sol está a punto de desaparecer en el horizonte, su sombra se alarga hasta mi nicho a pesar de lo distante que la siento... los siento. ¡Ja! y ahora viene a mí, incluso a ratos llora. En ocasiones ha intentado congraciarse con flores, pero yo frío, impávido y sereno... no puedo negar que por momentos siento que el agujero en mi pecho se expande infinitamente y una pequeña punzada que recuerda mi agonía, pero yo, hasta el final, digno. Es cierto que anteriormente dije que nunca más y que volví a caer, pero hoy me siento distinto, duro, como una roca. Tengo el corazón seco, muerto, y no sólo por que lo esté hace años y años, más bien, porque sé que esta vez ninguna vendrá acá abajo a embriagarme de ilusiones. ¡Si... era preciosa!, pero bueno, en realidad también lo fueron todas las anteriores, y, definitivamente, ¡ya no más!, y no solamente porque sea imposible volver con los vivos, sino porque esta vez estoy completamente convencido.

Texto agregado el 16-02-2005, y leído por 240 visitantes. (7 votos)


Lectores Opinan
25-07-2005 Una cosa es simple orgullo (que, por experiencia, tanto pueden sentir los hombres como las mujeres), y otra cosa es saber cuando algo deja de ser constructivo. En todo caso, la voz de esta narración parece pertenecer a alguien curtido por la vida, por las malas experiencias de las que nadie se salva, y los despechos a la ping pong. Es un buen primer trabajo. Desleal
18-06-2005 ehhh... simplemente sorprendente...me gustó ... amarxlavitta
08-06-2005 Me gusta tu manera ranca de hablar: es más, opino igual que tú, en tu cuento, por suepuesto. A veces, es bueno decir ya basta, aunque sea de un paraiso que cueste salir. Lamidos gata_lectora
27-05-2005 Que FUERTE! ..tus palabras se sienten tal cual..me llevo cada una de ellas hasta imagine situaciones..Q bien hecho!.. bravo solturqueza
26-05-2005 El orgullos es la mayor tonteria que existe, se pierden muchas cosas buenas por orgullo, te mando mis estrellas, es un buen texto sacado del corazón rosaroja
Ver todos los comentarios...
 
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login


[ Privacidad | Términos y Condiciones | Reglamento | Contacto | Equipo | Preguntas Frecuentes | Haz tu aporte! ]