Reflejaba el reloj de arena el paso del tiempo convirtiéndose en níveas hebras lo que ayer era heno. Reflejaba el arroyo en plata detrás de los juncos la imagen de bella muchacha que algún día tuvo. Mas ese distinto murmullo de esa distinta agua no le convierte en otro arrullo ni en otra distinta plata.
Texto agregado el 15-02-2005, y leído por 125 visitantes. (3 votos)