Alucino, todo un edificio, enorme, signo y seña del pequeño Manhatan madrileño reducido a un amasijo de hierros retorcidos e inservibles. Ridículos, chamuscados… críticos. El Windsor. No se lo que se guardaría allí dentro, pero menudas llamaradas, rojas, amarillas, azules… Al menos se ve que estaba mejor hecho que las torres gemelas, aún se tiene en pie. Derruirlo costará veintidós millones de euros… Construir un nuevo complejo, veintitrés, pero merece la pena hacerlo, más de sesenta mil metros de oficinas alquilables al precio que van… merece la pena. Los bomberos nada podían hacer, tenemos la maldita costumbre de construir más alto de lo que llegan nuestros medios; solo acordonar las calles; esperar a que aguante la estructura. El agua no sirve cuando las llamas las encienden ciertos dioses de ciertos Olimpos. Sospechoso, muy sospechoso, las alarmas no funcionaron; los vigilantes estaban sacando a mear a los perros; los equipos contra-incendios se mantuvieron mudos… cuando los bomberos llegaron ardían ya seis plantas. La normativa de la Europa que vamos a votar en días próximos exige elementos de seguridad de los que el edificio carecía… En el vacío solar de las torres gemelas ya se vuelve a construir, aquí ya se pensaba en levantar alguna altura más de las que existían incluso antes de concluir el incendio… ¿No les suena a algún tipo nuevo de especulación? No sé, no digo nada, al menos todo ha ocurrido con el edificio vacío; no ha tenido que morir nadie para levantar nuevas torres. Madrid es un caos, pero da igual; se ve que alguien ha decidido invertir a lo bestia. Lo peor es que les va a salir bien y como se acostumbren… No quiero ni pensar el día que decidan invertir en Torre Picasso… a ver quien los convence de que no se debe jugar con fuego. Todo sea por el sky line.
Ahhh y que conste que iba a hablar del Papa; pero como tengo más vergüenza que esa panda de indeseables vestidos de morado que le rodean, le sujetan; le mueven como a una marioneta y hasta le traducen las supuestas bendiciones que medio suspira el pobre hombre... lo dejo en paz de momento. Esperaré al próximo. |