Máquina extraordinaria

Hoy soy un hombre que desea por vos ser irresistiblemente acariciado, pero tu irremediable sensibilidad gira en torno a tu inverosímil cuerpo.
Hoy soy el hombre que comprende lo irrazonable de tu irrefutable carácter, que resiste una atmósfera de palabras irrespirables y a tu vulnerable alma inestable.

Tus confusiones involuntarias disminuyen la eficacia de mi funcionabilidad y disponibilidad. Como un virus en cuestión de segundos bloqueas mi intérprete de mandatos, cuelgas mis programas activos imposibilitándome acción de salvación alguna, borras de mi memoria los archivos más oscuros e indeseados, y con tan solo tu presencia me siento complacido.

Hoy soy un hombre que perdona la imprudencia e intolerancia al enamorarse de otro, cuando tu supuestamente indestructible e insistente fe por amarme se quiebra en miles de pedazos irremplazables.
Hoy soy el hombre que hace invisible a tus pasos, y que irremediablemente sangra por lo irresponsable de tus andanzas.

Al ser mis actos irreprochables disminuye la audacia de mi productividad y competitividad. Te cuelas en mis circuitos como desconocida, novedosa, dispuesta a instalarse y obligándome a descubrirte. Reduces con tu información mi incertidumbre, es que eres la inquisición de nuevos conocimientos, pero me haces daño y no te detengo, y con mi ventana cerrada al mundo acumulo arriesgadas futuras consecuencias.

Hoy soy el hombre que ante lo imperturbable de tu espíritu se revela irónicamente hacia la atracción de tu cintura inviolable.
Hoy soy el hombre que incansablemente elige la ausencia de tu conciencia, y tu corazón está imposibilitado de abrirse, lo intangible no te emociona.

Y al ser nuestras esencias incompatibles mi facilidad y habilidad disminuyen su eficacia. Y al momento de escapar la salida no consiste simplemente en presionar "reiniciar" para así simplemente olvidar, sino que es un arduo trabajo de volver a comenzar para posiblemente luego volver a fallar, y así continuar hasta finalmente triunfar. Es que este humano trabaja como una máquina en la cual sus acciones son ejecutadas rutinariamente por su manipulador, incontenible torpeza de mí mismo, "máquina extraordinaria" me auto-defino.