Dicen que el amor duele ¿será cierto?

También yo he sentido la hoja de su espada

atravesando mi corazón como en aquel día de nieve


Recuerdo que unas lágrimas de mi ensangrentado

corazón cayeron en tu rostro,

sobre tu piel tan nívea que parecía fundirse con la

blancura de la nieve que vi ese día.


Mas, ¿era por eso?

Yo no vi más que tu silueta alejándose de mi,

sentí que te perdía y así fue

Pero en ese momento no lo creí,

tal vez porque me daba miedo aceptar que no

volverías a mi lado.


Sí, esas lágrimas cayeron,

pero cayeron solitarias ¿Por qué?

¿Acaso mi corazón estaba tan frío como para no sentir más?

Quizá por eso te alejaste de mi lado.


No, no es verdad.


El motivo lo hicieron estas sucias manos manchadas de sangre, ¿verdad?

Sabía que no debía amarte,

que sólo sería para ti un motivo de dolor y ahora de muerte.

Pero aún así osé estar a tu lado.

Perdóname, pero nunca supe de nadie
que realmente quisiera estar conmigo,

estaba demasiado sediento para rechazar tu manantial

y por eso ahora pasó lo que pasó.

Todo es mi culpa.


La nieve vuelve a caer

y mi corazón se duele por cada copo que llega a

donde estás ahora,

porque yo no puedo estar así de cerca de ti.


Los recuerdos comienzan a palidecer en este frío corazón

que se rompió en mil cristales.

La nieve lo cubre todo, mi corazón también.