Toca el réquiem vencedor, ángel.

Ilustra las alabanzas
usa mi piel de lienzo
y mi sangre de óleo
sigue cantando
no detengas el movimiento de mis dedos
ni apartes de mí la daga
tatúame la melodía de tu piano
para sepultar las cicatrices,
firma del pasado tiránico.

Procede a regalarme tus alas para
levitar por sobre los rascacielos
y escapar de las llamas del invierno,
abre mis ojos dentro del tabernáculo.

Transfórmame en pluma del fénix,
despertar en una fuente de vainilla
sin volver a caer en el boicot de Satanás.