aterrador suspiro,
que de cuando en cuando me logras pronunciar,
danzante cual rechazos patentes
en el calor onirico de tu piel.
a ti , emergen desde mi diabolica presteza
un millon de besos encanijados,
envueltos en confituras.
regalame hoy tu preciosa melancolia,
la palidez absolutoria de una noche lacerada.
desde mi alucinado lecho,
pospondré otros placeres fatigantes
hasta el dia en que , por inercia o por impulso
mi recuerdo te custodie,
exigiendo entre tus dedos mis cabellos dilatados.
te suplico, vil criatura
por concepto inconcebible,
empapar mi solidez con un tácito presagio
que embadurne los enseres con la sangre de mis tiempos.
y aunque la lluvia apeste,
y las confusas llamas de tu alma decrezcan en mi nombre, me ames sin funestas ataduras,
sin reparos ni razones,
entre millonarios impedimentos
y lascivos componentes del recuerdo.
por que yo ya lo estoy haciendo,
y no importan los espantosos designios del destino.
no importa que tus brazos,
signos viriles del encanto
ni que tus labios entreabiertos
desaten las pesadillas que componen la soledad.
jamas retirare mi corazon doliente
de las noches y del féretro
que te llevaste con los pies.
mefistofélico pasado,
es mi holocausto a tu final. |